30 de mayo de 2009

Cuna - Trentinos en Bahía Blanca

En uno de los miles de barcos que navegan por el Atlántico hacia Buenos Aires, un nene de un año y medio llora. Le arman una cuna con la tapa de un baúl, y una manta. La madre le canta un ninna nanna. El nene se calma.

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Algunos nombres propios, algunas imágenes de antes, otras recientes, para no olvidar que todos estamos, de un modo otro, siempre migrando.

Cuna from Nicolas Testoni on Vimeo.

El viernes 29 de mayo festejamos los 20 años del Círculo Trentino de Bahía Blanca, con una estupenda cena, con polenta, crauti, strangolapreti, y vin brulé, il mazzolin di fiori, la montanara oé, y la valsugana, regalos para los socios fundadores y aplausos para Fortunata, la trentina más anciana.

Y fue por supuesto, muy emocionante (lo digo de corazón, porque a esas personas mayores las quiero muchísimo: Julio, Marcelo, Sarita, Angel, Carlo, Maria, Rosana, Carmen, Asunta, y también los que ya no están Mario, Franca, Roberto...)

Pero lo que me llamo la atención, debido que hacía tiempo que no participaba con regularidad, son los socios "constructores", gente de entre veinte y treinta años: Natalia y Valeria Rocco, Renzo Groselli, Javier Severini, Francisco Nardelli: organizaron una cooperativa de producción de miel y dulces, participan en los trabajos de asistencia del círculo, se reúnen para comer, divertirse y organizar actividades... cero nostalgia, cero tradicionalismo, iniciativa hacia adelante.

Para esto tal vez sirvan estas cenas, estas reuniones, estos videos: sentir que todo el tiempo la propia identidad se va definiendo y redefiniendo no en base a los "mensajes de la sangre" sino en base a la experiencia vivida.

Una foto con Pipón - Marzo 2000

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Enrique Garavano y yo - Ingeniero White - Marzo 2000
Foto: Cristian Peralta

Vos no tenés idea de cuánto te extrañamos, le dije a Pipón la última vez que vino a Bahía, a fines de mayo de 2007.

¿Qué voy a decir ahora?

27 de mayo de 2009

Buñuelos de manzana, según Pedro Marto

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El domingo pasado me dieron unas tremendas ganas de comer buñuelos de manzana. Le pregunté a Pedro Marto, me dio la receta y un par de secretos y el 25 de mayo a la tarde así los hice:



¿El secreto? disolver la harina en los huevos bien batidos.

No hay fotos de nosotros comiéndolos.

25 de mayo de 2009

Prosapia

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Un documental-busto, que vendría a ser como las Imagines, esos retratos de antepasados con que los patricios romanos legitimaban su poder y su prestigio en la ciudad.
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24 de mayo de 2009

Documental - Busto

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Ha nacido en la ciudad un nuevo género: el documental-busto.

Cine paradójico, que petrifica, embalsama, inmoviliza.

A-cine.

(Esto es con respecto a la película sobre Pronsato que dieron en el teatro Municipal)

22 de mayo de 2009

Débris

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Todo
Todo
Se llevan todos los controles
Están bien bien bien...

van todos en bicicleta

y… algo siempre se hace
es incipiente, todo esto,
ayer como ser
estaban controlando
todo, todo, todo,


en general para conocer
no pueden ir con un tipo que no sabe nada

ayer
anteayer

controlan
como eslabones, cadenas
a otro lado
no sé lo que harán
porque es necesario
se mueven las cosas

cómo sale cada pedazo
hacen cada chitarra
para los pibes

verificarlo, sí,
algo enderezás,
primero
cosas
convergen
empiezan a trabajar
no se van a morir con las cosas de todos los días

Yo mejor
me quedo a dormir.

20 de mayo de 2009

"Anche le rose bianche..."

Hoy el tío Abramo hubiera cumplido 96 años.
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Con él tomé muchos, muchos litros de cerveza, en el patio de su casa, bajo el parral.
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A veces canturreaba esto que a mí me sonaba así:



Anche le rose bianche
al sol s’impasisce
e anche l’amor svanisce
pensando sempre a te
Tutto passa, finisce, si scorda
a questo mondo il destino é così.

Incluso las rosas blancas
al sol se marchitan,
y también el amor se desvanece
de tanto pensar en vos.
Todo pasa, termina, se olvida.
En este mundo el destino es así .
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Se quedaba un rato serio, con la mirada fija en la nada, unos segundos, en seguida empezaba a reírse, con una risa in crescendo, como si le fueran levantando el volumen, hasta que terminaba doblado sobre su estómago.

19 de mayo de 2009

Ruinas

Bombardeo.

Al ver las ruinas de los Talleres Noroeste la chica noruega pensó en las ruinas de las ciudades bombardeadas por los alemanas durante la segunda guerra

18 de mayo de 2009

Ruinas

Entre ayer y hoy, parecería que todo me lleva a un mismo punto.
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Hoy en la Dante leíamos un texto de Alessandro Manzoni, "Dagli atri muscosi, dai fori cadenti..."(que vendría a ser algo así como "Desde los atrios cubiertos de musgo, desde los foros en ruinas..."), y me acordé de esta pintura de Canaletto,


La pintura de Canaletto la encontré aquí
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Justo ayer Anna Nielsen (fotógrafa y videasta noruega de visita por Bahía) nos contaba sobre su proyecto de fotografiar vegetación en edificios en ruinas, y me dieron ganas de volver a ver estas fotos que sacó Analía el día que fuimos a recorrer los Talleres Noroeste junto a Nicolás y Mario De Simón:

Me asombraba, ese día, el estado de devastación de estas ruinas "recientes" (no hace más de quince años que los talleres fueron cerrados y desmantelados), ruinas sin aura de antigüedad ni de sacralidad.

Es más, me parecía hasta extraño hablar de "ruinas", en una ciudad como esta, de no más de doscientos años.

Y si todos esos lugares comunes de las ruinas devoradas por el tiempo, del tiempo y la naturaleza que vencen la soberbia humana, la caducidad del poder y qué se yo cuantas cosas, ya sonaban bastante improbables frente a aquellas "lejanas" y "consagradas" ruinas, aquí, a la vuelta de mi casa (literalmente), aparecían como una absurda cantilena.

Ante la imponencia de los edificios, pensaba en los peones que durante cien años mantuvieron la playa y los patios entre los galpones limpios y desmalezados. Me imaginaba los asados bajo los eucaliptos los días de fiesta, las horas de trabajo en medio del estrépito de las máquinas que tapa completamente el rumor del follaje sobre las chapas de alguno de los galpones.

Al ver todo esto, Mario se preguntaba: ¿quedaremos así cuando nos morimos?

Me pregunto qué habrá fotografiado, y qué verá en sus fotos nuestra amiga noruega.

16 de mayo de 2009

Convite

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Empanadas de carne, pan tostado con ajo tomate y especies, y vino tinto.
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Vinieron a casa Christian Delgado y Anna Martine Nielsen desde Darregueira y Oslo (respectivamente) para conversar con Nico sobre video, fotografía, y el modo en que la vegetación va cubriendo los edificios ferroviarios en ruinas (que es lo que van a fotografiar en estos días): ¿se trata de una revancha de la "tecnología" sobre la "naturaleza" que pretende tomarse su revancha sobre la "civilización" que hace cien años trató de dominarla?
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Después vimos videos: un hombre explicando cómo carnear chanchos y gallinas, un pastizal en el campo, dos chicas a punto de cortarse el pelo en sendas peluquerías de Shangai, las mismas chicas bailando y cantando un tema de elvis presley, una banana gigante sobre un edificio del centro de una capital europea.
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. Quizas eso que a veces suele leerse como"revancha" no sean más que "tranquilizadores efectos de lectura".

9 de mayo de 2009

Crataegus




Una vez, hace mucho tiempo, le regalaron a mi padre una planta de crataegus.
La plantó en el medio del jardín, y de esa planta empezó a cortar gajos y a hacer plantas nuevas. Algunas las regaló pero otras las fue multiplicando y ubicando en cada rincón que encontraba libre.
Con sus espinas terribles, sus rojos frutos incomibles crecieron y crecieron, ocuparon todo el patio hasta que, al final, ninguna otra planta pudo crecer ahí ni ninguno de nosotros, salvo él, pudo volver a caminar nunca más por entre los canteros.

5 de mayo de 2009

Govoni - Autoretrato

Ayer encontré aquí este Autoretrato de Corrado Govoni.


(cabello)
Rayos miradas
se convierten
en todo lo que miran
un árbol todo fresco
un mar excitado
un prado con flores
un cielo estrellado una mota de polvo
se curvan con el arco iris
vuelan con el aeroplano
huyen con el tren en llamas.
son grandes como el sol
tienen una envergdura
de millones de kilómetros
(oreja)
tambores
embudos del viento
20 kilómetros de circunferencia
entran ahí el rumor de un hilo de lluvia
la explosión de un disparo de cañón
(ojo izquierdo)
Círculo de muerte de las lágrimas
salvavidas del dolor
(ojo derecho)
Portales góticos de la catedral de fósforo de mi cerebro
(nariz)
Bomba de los olores
trompa de 20 metros de largo
gancho para las banderas de perfume de los pañuelos
(boca)
máquina dactilográfica de las palabras
diván pálido de los besos.
puerta húmeda del comedor de la boca donde los dientes día y noche como blancos invitados disfrutan de un banquete alrededor de la mesa rosada de la lengua
agujero para acumular la comida en la maloliente bolsa de pordiosero del estómago.
trombón de oro que toca un ángel blanco hacia un mediodía de mar azul
(barba)
Césped de cementerio que el barbero corta cada domingo delante del espejo
(La traducción es mía. Hay una versión en italiano -con variantes con respecto a lo que se lee en esta imagen- con traducción al español acá)

1 de mayo de 2009

Trabajar Cansa

Fumadores de papel

Me ha llevado a escuchar a su banda. En un rincón se acomoda
y toca el clarinete. Comienza un barullo infiernal.
Afuera, un viento furioso y el azote, entre los rayos,
de la lluvia, hacen que la luz ahí se apague
cada cinco minutos. En la oscuridad, los rostros
perturbados se empeñan en tocar de memoria
un tema bailable. Enérgico, mi pobre amigo
los dirige a todos, desde el fondo. Y el clarinete se aleja,
rompe el estruendo sonoro, se adelanta, y acaba
como un alma solitaria, en un seco silencio.

Estos pobres instrumentos de viento muchas veces están abollados:
campesinas las manos que aprietan las teclas,
y las frentes, tozudas que desde la tierra apenas te miran.
Miserable sangre debilitada, extenuada
por la excesiva fatiga, se la siente mugir
esta noche y mi amigo a duras penas los guía,
él que tiene las manos endurecidas de golpear con la maza,
de pasar el cepillo, de llevar a la rastra la vida.

Tuvo en un tiempo compañeros y no tiene mas que treinta años.
Fue uno de los que después de la guerra creció con el hambre.
Vino también él a Turín buscando una vida
y encontró injusticias. Aprendió a trabajar
en las fábricas sin una sonrisa. Aprendió a medir
sobre su propia fatiga el hambre de los demás
y encontró en todos lados injusticias. Trató de calmarse
recorriendo, como en un sueño, las calles interminables
de noche, pero vio solamente miles y miles de faroles
brillando sobre la iniquidad: mujeres afónicas, borrachos
vacilantes fantoches perdidos. Había llegado a Turín
un inivierno entre faros de fábricas y escorias de humo;
y sabía lo que era el trabajo. Aceptaba el trabajo
como un duro destino del hombre. Pero que todos los hombres
lo acepten, y que haya justicia en el mundo.
Pero tuvo compañeros. Aguantaba los largos discursos
y tuvo que escuchar muchos, esperando que terminen.
Tuvo compañeros. En cada casa estaban sus familias.
La ciudad estaba toda rodeada por ellos. Y todo el mundo
estaba cubierto por ellos. Sentían dentro
tanta desesperación que habrían vencido al mundo.

Toca serio, esta noche, a pesar de la banda
que formó uno por uno. No hace caso del ruido
de la lluvia y la luz. El rostro severo
observa atento un dolor, mordiendo el clarinete.

Yo ví esos ojos una noche que solos
con su hermano, diez años más triste,
esperábamos junto a una luz apagada. El hermano estudiaba
sobre un inútil torno construido por él.
Y mi pobre amigo acusaba al destino
que los tiene atados al cepillo y la maza
para alimentar a dos viejos, sin haberlo pedido.

De repente gritó
que no era el destino si el mundo sufría,
si la luz del sol arrancaba blasfemias:
era el hombre, el culpable. Si al menos pudiéramos irnos
sufrir libres el hambre, responderle que no
a una vida que utiliza el amor la piedad,
la familia, el pedazo de tierra, para atarnos las manos.

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Septiembre 1932
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(La traducción es mía, en base a
PAVESE, C, "Lavorare Stanca", en Le poesie, Einaudi, Tornino, 1998, p. 96-97.)