22 de abril de 2013

Excursio per Orientem: eastern subjects in Tacitus' Histories and Annals

Acabo de encontrar que la Universidad de Durham (UK) tiene disponible online el texto de la tesis que escribí hace varios años (entre 2000 y 2004), con la dirección y supervisión de Anthony J. Woodman y David Levene, y gracias a la que obtuve el título Master of Arts by Research (Classics).


Excursio per orientem: eastern subjects in Tacitus' Histories and Annals


This study examines Tacitus' treatment of eastern topics in sections of the Histories and the Annals related to trips from or to Rome. It aims to show that those sections, though involving non-Roman subject matter, are essentially connected with the main subject matter that articulates the narrative of the Histories and of the Annals: the consolidation of the Principate, the legitimacy of the emperors' power, the territorial expansion of the empire and the responses of the Roman institutions to those new realities. Thus the internal structure and the sourrounding narrative of each episode as well as the references to mythical and historical accounts and characters (from remote and recent history) and to ruins, sanctuaries and cult statues are explored: Paphos in Cyprus, Mount Carmel, Alexandria, Jerusalem, Troy...



20 de abril de 2013

Mis Montañas



No había ningún libro en italiano en la casa de mis abuelos trentinos, salvo el devocionario Filotea, que trajo mi abuela entre sus cosas.

No puedo ya saber si mi madre leyó partes de este libro Mis Montañas, de Joaquin V Gonzalez en el secundario o en el profesorado de lengua, en el Juan XXIII.

Mi madre, tal vez adolescente lee partes de este libro, subraya palabras dificiles (y en algunos casos anota un sinónimo en el margen): ignoto, estereotípico, estentóreo diezmado, cabalística, famélicos, consuetudinarias, coherentes...

Estas lejanas, lejanísimas montañas de La Rioja de fines de siglo XIX no se parecen en nada a las montañas de las que provienen sus padres, y que para ella en su casa, podrían haber resultado muy próximas y familiares.

Estas son las que ella conoce, siendo adolescente, hollando los valles de este pequeño volumen celeste: Mis Montañas son Mis Palabras, y por consiguiente Mi Vocabulario, Mi Pronunciación, Mi Paisaje, Mi Tradición,  e incluso Mi Historia y Mi Patria.





Carnaval de estilos fin de siécle

"La genealogía que ser repite una y otra vez en la historia de la arquitectura local reconoce sus principios en este ideario: la sencillez que aún presentaba la practica edilicia hacia 1880 cuando los constructores italianos, inspirados supuestamente por un Palladio del que jamas tuvieron noticias, repiten sin alardes los principios clásicos) es luego desvirtuada por el carnaval de estilos fin de siecle, incluido el neocolonial, en manos de los arquitectos académicos y el rumboso capricho personal del parvenu. El movimiento moderno ingresa aquí para salvar aquel pasado sencillo pero atado a la vida."

SILVESTRI, Graciela, El lugar común, una historia de las figuras de paisaje en el Río de la Plata, Bs As, 2011, p 280.

16 de abril de 2013

Adoquines


Los adoquines que asoman junto al cordón (también de adoquín, solo que está pintado de amarillo para indicar prohibido estacionar) fueron colocados alrededor de 1889 y cubiertos con asfalto a mediados de la década del 60. No sé si han preservado los adoquines en todo el ancho de la calle.

Quién sabe si no se podría leer también la historia de la ciudad así, al ras del suelo, siguiendo el hilo de los cordones y las cunetas de adoquín (y los de cemento y de hormigón de diferentes texturas y colores y así...).

(Mañana me voy a fijar bien cuáles fueron las primeras calles adoquinadas en el centro de Bahia Blanca.)

La que más sabe de todo esto es Diana Ribas.

9 de abril de 2013

Cariátides de pómulos mongoles





Enrique Banchs, director de la revista El monitor de la educación común publica en 1910, en ocasión del centenario de la Revolución de Mayo, una serie de textos sobre varias ciudades argentinas, entre ellas, Bahía Blanca (p 621-632)

Empiezan las calles pobladas distinguiéndose con el gris de tormenta de su granito nuevo. A los lados más depósitos, lomillerías, casas de arados... 

Y destacándose como torres, o como fragmentos de colosales murallas, las casas de tres y cuatro pisos que, tomadas aisladamente, son trasuntos de las grandes ciudades, sin que nada les falte de lo que otorga la magnificencia de la civilización rica. Pero entre ellas, por un tipo perfecto y armonioso que subyugue los ojos con la serenidad de un paisaje, ¡cuántas que no tienen màs que la pretensión ridícula de ser grandes y son grandes deformemente como el sapo de la fábula! 

¡Qué desatinada ornamentación, recargada y confusa! Cornucopias que parecen panes, cariátides con pómulos mongoles y senos reventando como sacos demasiado llenos, atlas de débiles piernas hundidas en el muro y desproporcionadas espaldas de talud. Creed que no espara poner en vitrinas el sentido estético de estos constructores italianos. Siempre he pensado que una cosa tan delicada como el rostro de la ciudad debería ser velado por un comité de artistas.

Chiclana 365

6 de abril de 2013

Maria Moleta

De la serie "Conversaciones", marzo de 2004


Maria Moleta

Sabés Ana al final fui un día
en el setenta y siete
a preguntarle
al profesor Camarero
¿para qué sigo?
habíamos empezado
como veinticinco y quedamos
ahí dando vueltas cinco, apenas,
tres o cuatro, en cada materia
contando adjetivos
en insospechados textos
y le preguntaba,
yo,
en medio de la desolación
en esos pasillos
vaciados y silenciados
¿por qué?
¿por qué yo aquí
y no en cambio los otros?
- para contarlo,
me dijo,
para que no se olvide -
pero es difícil
hablar; no, no
por favor  te pido
no grabés
ni escribas nombres;
hemos estado
sobre un campo
arrasado hemos estado
como gusanos
apropiándonos
de la tierra húmeda
apenas los cadáveres
se deshicieron; hemos estado
mirando la maleza
que brota
en los huecos 
en la tierra después
de que fueron 
arrancadas de cuajo

las piedras.



1 de abril de 2013

Arte cisoria: reflexiones metapoéticas

Acabo de preparar un espectacular ragú especiado, 56 sorrentinos y 14 barchette dei fiori.

En esto consiste mi arte cisoria: en el tiempo lento de escuchar, de mirar, de amasar, de disponer amorosamente cada cosa donde va. A veces pareciera que todo está en inmóvil y en silencio. O que estoy muy ocupada en otras cosas. No me pidan cortes espectaculares, ni gestos sangrientos, ni mucho menos, roscas, de ninguna índole.

En esta arte, la clave principal para que todo salga bien, es no tener apuro. Y concentrarse.
Hubo ya quienes saborearon los manjares dispuestos, discretamente. Otros no lograron apreciar su suave aroma y ni repararon siquiera en su presencia. Y hubo también quienes, aún teniéndolos delante, hicieron como que no existían, ignorándolos.

No importa. Cuando el perfume en el ambiente se vuelve irresistible, después de varias horas de preparación y de fuego lento, muy muy lento, nada puede impedir ese profundo e intenso goce.

El plato que desecharon los gourmets va a llegar a convertirse en el plato central.