30 de junio de 2014

Como poeta avancé un poco más que como cantante lírica. De hecho, hace un mes presenté mi libro de poemas "Arte Cisoria",leí varias veces en público, hoy incluyeron un poema mío en la Sonoteca Bahía Blanca. 


Igual, cuando me siento a escribir, en vez de ocuparme de construir mi "figura de poeta", en vez de reflexionar sobre mi poética, en vez de preocuparme por ponerme en contacto con otros poetas y ser reconocida por ellos, en vez de escribir poemas -básicamente-, me pongo a escribir desaforada frases que escucho por ahi, recuerdos que me vienen a la cabeza, cosas que me pasan todo el tiempo (y... sí: no parece pero mi vida es realmente apasionante), o historias alucinantes como esto que encontré hoy:

Archivo Guerreiro - Ferrowhite

Hoy a la mañana encuentro este artículo al márgen del artículo que Guerreiro había querido fotografiar. 

Interesante: en octubre de 1927 un diputado italiano, que esta en la Argentina en ocasión de la exposición del libro italiano en buenos aires, viene hasta Bahía Blanca a dar una conferencia sobre la "función histórica de la latinidad".  Me causa gracia el apellido, me llama la atención la obsecuencia con la que el diario local se refiere a este personaje, me interesa el detalle de la inauguracion de la sede de Colon 94 ya que esa sera la sede social del Fascio Giordani en Bahia Blanca hasta 1940, mas o menos.

Entonces lo goglee, al señor Ciarlantini: y he aquí con quién me encontré: un marchigiano nacido en 1885, maestro, periodista hasta 1914 socialista, al empezar la guerra se vuelve interventista, va a la guerra, escribe su primer libro exaltando militarismo patriotismo, se arrima al fascismo, colabora con Il Popolo d'Italia. En Trento funda el primer instituto de propaganda italiana y la librería Dante Alighieri, y publica un libro, Problemi dell'Alto Adige (Firenze 1919), en el que justifica la anexión de los territorios hasta el límite del Brenneo, y analiza los medio para llebar a una penetración cultural y concreta de los italianos en esa zona. Entra a formar parte del Consejo Fascista y dirige la oficina de prensa y propaganda. Es elegido diputado, presenta proyectos como por ejemplo hacer una bienal de arte en Venecia. Dirigió la revista Augustea y la bilbioteca de cultura política, viajo al extranjero, fue presidente de la federacion fascista de la industria editorial. Muere en Roma en 1940. Publicó un montón de libros.

Pero aún me aguardaba otra increíble sorpresa con respecto a este señor: el 3 de noviembre de 1918, precedidos por un grupo de soldados ingleses, los italianos ocuparon la ciudad de Trento. La historiografía menciona una moto con sidecar conducida por Franco Ciarlantini y Piero Calamandrei con una bandera italiana, detras de los cuales avanzaron los escuadrones de caballería que llegaron hasta el castillo del Buonconsiglio.

¿Qué tul? cientos de antifascistas o decepcionados por el fascimo rajan y se vienen para acá, y hasta aca se viene el tipo a hablar maravillas del fascismo. Todos adulan, todos halagan al tipo, la creme de bahia va a escucharlo, pero ... y los inmigrantes? los italianos? Mi abuelo por ejemplo, que en el 27 ya andaba dando vueltas por acá. No puedo imaginármelo interesandose por una conferencia así.  ¿tal vez? Su hermano geometra, sí, tal vez hubiera ido. Pero llega a la ciudad al año siguiente.  ¿Quien habra ido? (Tendria que ir a la biblioteca a buscar alguna reseña de la conferencia.)

Es esa inconmensurable distancia la que hay que cruzar para poder entender la historia de la inmigración italiana en esta ciudad.

Cantantes líricos venían de Italia en esos años, seguramente, a presentarse en los teatros.
Otros cantaban en sus casas (mientras lavaban la ropa), o trabajaban, o se juntaban con los amigos.

Yo recuerdo haberle dicho a mi madre que me gustaba cantar. Pero ni mí, ni a ella ni a nadie se le ocurrio que eso era algo que yo podría haber estudiado. Era otro mundo, absolutamente. Como el del doctor Ciarlantini.

29 de junio de 2014

No, no podría ser cantante lírica. El placer estético por sí mismo, y quiénes lo gozan (y aunque lo gocen incluso aquellos que se suponen que habitualmente no gozan de esas cosas, es siempre una mirada desde arriba, que se complace en haber hecho disfutar eso que es bello, en haber elevado algo del espiritu de los otros). Este de anoche fue un goce mucho mas complejo, bajo los sauces, junto a una enorme tarima metálica, y cinco personas con las que hablábamos de anarquistas de otra época y de ahora, de ferroviarios, de los modos en que se cuenta la historia y cómo eso influye en la vida de cada uno.

"Me dieron ganas de llorar, la vi a la C el otro día revolviendo un tacho de basura", me dice mi pariente. Y yo casi me pongo a llorar con él. "¿Qué dice la carta? ¿vos la leíste?" me pregunta. "Si, la bajé de internet y la imprimí, asi vos la lees tranquilo", le digo, " y le pregunté, a R si quería que te dijera algo más, y ella me dijo que por ahora así esta bien". ¿Qué habrá sentido ese hombre al leer esa carta, que parecía mas bien una carta de despedida, como si él estuviera por morirse?  Recién me escribe, R, y me cuenta que está escribiendo el árbol genealógico de la familia a mano, que lo va a constelar para sanarlo.

Lorenzo se lleva las radios viejas que mi viejo tenia en un cajón en una enorme mesa metálica en el galpón: las voy a poner en el quincho, me dice.

Ya casi termino de pagar mi viaje por completo.




27 de junio de 2014

Pero no soy cantante lírica. No podría

26 de junio de 2014

Quiero ser cantante lírica.

No me cremen cuando me muera: entiérrenme en la tierra, con un cajón finito que la humedad descomponga pronto, para que mis células sigan viviendo, en gusanitos, escarabajos y lombrices, y sean nutrientes en la tierra para algún árbol o yuyo; que ellas sigan su curso vivas, que no sean aniquiladas en el sordo resplandor del fuego, ni terminen siendo ceniza opaca.

Soprano.

La prueba del centímetro, dice Pola anoche en la cena: "mirá en la cinta cuántos años viviste, cuánto es el promedio de vida en tu familia, cuántos te faltan. Yo me lo paso jodiendo todo el día", me dice. La mujer trabaja en bonacorsi, me cuenta, por eso conocen al empleado que nos atendió la noche que fuimos a contatar el velorio de mi viejo y al que le dije:  "supongo que podrían hacernos descuento por cantidad: hace un mes y una semana que enterramos a nuestra madre".

Un aria que me gustaría cantar: Deh, vieni non tardar, de Las bodas de Figaro.

Quién sabe, por ahí todavía no es demasiado tarde.


25 de junio de 2014

Los 871 nombres y apellidos que terminé de copiar.

Un hombre que camina varios centenares de kilometros junto a las vias del tren, en rusia, para no perderse y se entera dos años más tarde que los demás que la guerra ha terminado.

Todo tiene que ver con nombres y personas, que no se pierdan, que no se olviden.

Estuve toda la tarde, después de haber terminado en el museo con el libro de personal de talleres, con el blog de los trentinos. Estaba cansada, pero no podía dejar.

¿Qué deseo tan profundo estoy tratando de satisfacer con esto? ¿A quién estoy buscando? ¿A quién estoy ayudando a que se reencuentre con su familia, con su gente, con su historia?


23 de junio de 2014

Siento que mis pies explotan.


La retórica de la curación: que la bota -el walker-, que la kinesiologia, que "el reposo de actividad laboral". Con la bota de plástico me puedo volver a caer (y de hecho con las escaleras aca en casa, ni pensarlo); la kinesiologa, bueno, ponele, tal vez; y ¿el reposo de actividad laboral? yo no había percibido el matiz, y entonces le digo al médico: si me das reposo para faltar tantos días estoy obligada a estar en casa porque no voy a estar de licencia y dando vueltas por ahí... Ah no, me dice el tipo: es "reposo de actividad laboral", no tenes por qué quedarte en tu casa...





22 de junio de 2014

"Felicitaciones a la que escribió el libro", dice sabatini en el programa Matices Portuarios.

"Muy importante, muy importante, más tratandose de una mujer, el  nombre lo dice todo, los talleres invisibles..." dice otro hombre, Verdugo.

Mi tobillo a punto de explotar.

20 de junio de 2014

Pasiones bestiales. No tenemos cabeza para otras cosas.



19 de junio de 2014

Una vuelta al mundo de 1710 días, en casi una semana en cama.

Inmovilizada desde el lunes a causa de un esguince de tobillo, cada día me concentro en un aspecto diferente de la historia de mi abuelo trentino prisionero en Rusia:

El domingo (antes de la desafortunada caída) había estado estudiando con toda atención las hojas matriculares de Camilo durante los meses que fue soldado del ejército austríaco: en Innsbruk, en Linz (el 4 de junio de 1915) y en Beneschau (o Benesov) cerca de Praga, el 27 de julio de 1915), antes de ser enviado al frente de batalla, cerca de Leopoli (Lemberg), en Galizia (region que actualmente se encuentra entre Rusia y Ucrania).

(El mapa en realidad señalaba otro itinerario: yo modifiqué algunas partes, con absurdas líneas rectas para adecuarlo al recorrido de Camilo. )

El martes me dediqué al camino de regreso (después de haber deserado, de haber sido tomado prisionero, de haber pasado casi dos años en una mina cerca del Mar Negro, después de haber aceptado el ofrecimiento de la Misión Militar Italiana de tomar la ciudadania italiana e ir a Kirsenov julio de 1917, y despues hacer completo el recorrido con el tren Transiberiano hasta el Pacífico a la ciudad de Vladivostok, enero 1918) : desde Vladivostok a Tientsin, Mukden Harbin, Mukden, Pusan, Honolulu, San Francisco, Nueva York, Camp Dix, Génova, Chiavari y finalmente Poia, fines de 1918 (y comparar este camino en particular con los otros que tuvieron que tomar los demas miles de prisioneros trentinos antes de poder volver a Italia):


Ayer miércoles me ocupé del período de prigionia: el camino que hizo (probablemente a pie) desde el punto en el frente en el que desertó (después de haber partido de Leopoli-Lemberg) hasta llegar a Kiev, (¿habrá estado en el  campo de Darnista?), y de ahí junto a una gran cantidad de prisioneros del ejercito austriaco, el viaje hacia el distrito de Ekaterinoslav, a la mina de carbón donde estuvo durante 21 meses; de las condiciones de vida de los prisioneros ahí; de la acción de la Misión Militar Italiana, de cómo hacen saber a estos prisioneros, a principios de 1917, que pueden optar por la ciudadanía italiana para dejar de ser prisioneros, (ya que Italia era aliada de Rusia!), y para poder volver a casa; de la presencia de Bassignano y Basic; y del viaje en tren y de la la llegada a Kirsenov, en julio de 1917.

Hoy jueves, me ocupo de buscar respuesta a una duda: Camilo ¿habrá esperado en Kirsenov (el campo de concentración de "italianos") durante esos cinco meses, hasta que todos los ex-prisioneros partieron hacia Vladivostok en el Transiberiano? He aquí por qué me pregunto esto: en su libreta hay solo dos páginas, con dos fechas 17 y 18 de noviembre de 1917,  y el nombre de una localidad, Ausezka (inhallable), donde dice haber comprado la libreta. Ahí se refiere explicitamente a ese momento de espera, y sus palabras son terribles, angustiosas.  Entonces me pregunto si Camilo no habrá formado parte de ese grupo de kirsanovers que en octubre de 1917 partió junto a Basich hacia Wologda con la esperanza de embarcarse en Arcángelo pero que quedó varado y durante dos meses estuvo dando vueltas por ahí,viviendo un poco a la buena de Dios, hasta que iniciaron también ellos, desde Wologda el viaje hacia Vladivostok.

Tendría que mirar los mapas de nuevo y los lugares por los que Camilo cuenta (en esas remotas entrevistas hechas hace 30 años de las que conservo solo notas y una grabación mal hecha)  que pasó. Pero no es una tarea sencilla:  los nombres de las ciudades rusas no solamente se transcriben de varios modos sino que muchos cambiaron después de la creacion de la Unión Soviética. Era demasiado grande el imperio austriaco, es demasiado grande Rusia  y es casi imposible -si uno quiere reunir todos esos nombres en un mapa que entre -digamos- en una hoja normal- tener noción de las distancias (ni siquiera me animo a figurarme los paisajes, el relieve, los climas).


Fue necesario ir entrando en esta historia, lentamente, así, sin interrupciones para poder llegar a entender algunas cosas; cosas que uno, principio, nombraba con palabras "comunes"  pero que, a medida que va leyendo empiezan a volverse disonantes y te llevan a experimentar un extraño desconcierto: palabras como "frente", "prisionero", "grupo", "compañero", "ciudadanía", "frío", "campo de concentración" etc., en ese contexto particular tienen un signficado bastante diferente y alejado de lo que uno pensaba que estaba expresando con esa palabra.

Ayer encontré una carta de un periodista-historiador Armando Vadagnini, (a quien -se ve- le escribí en referencia a un articulo sobre el tema de los prisioneros trentinos en Rusia), en la que me invita gentilmente a escribir un articulo contando la historia de mi abuelo, fechada en 1989. Veinticinco años necesité para poder empezar a hacerlo.

Llevo treinta años tratando de armar esta historia. A veces me he reprochado a mí misma una cierta negligencia. Pero ahora comprendo que si en aquella época ya me parecía, en conjunto, larga y compleja, ahora que la estoy analizando con bastante detalle, me doy cuenta de que esa complejidad es infinita. Recién ahora pude encontrar en la web datos, mapas, textos de diarios, investigaciones sobre este tema. Recién ahora, con la experiencia de haber entrevistado a mucha gente, puedo manejar aquellas viejas notas y la grabación (que todavía no he podido terminar de escuchar completa). Tengo la impresión de que a medida que la voy conociendo en sus detalles esta historia, se vuelve cada vez más dificil de contar: una historia incontable por la cantidad de cosas que habría que aclarar, la cantidad de contextos que habría que reponer, la cantidad de dilemas que ahora a nosotros nos parecerían impensables.

Y sobre todo, ¿a quién más que a mí podría resultar interesante?

Yo creo que a los diez, once años sentí hablar por primera vez de todo esto, e hice propia la excitación de este relato (que yo en esa época percibí e interpreté como un relato de viaje), que permaneció intacta, y que recuperé de modos bastante oblicuos, a veces, en diferentes lecturas y experiencias: la lectura de La colina de Watership y Miguel Strogoff, la vuelta al mundo en 80 días y quién sabe cuántas otras novelas de Verne (y sus respectivas versiones en pelicula); el estudio minucioso de los viajes de Alejandro Magno y de los viajes de los personajes de Tácito cuando preparé mi tesis de Durham; mis propios viajes. Gracias a mi tobillo hinchado, acá en la cama, la reencontré de nuevo.

17 de junio de 2014

Fue necesario todo este largo día, inmovilizada por mi tobillo hinchado, para poder leer de corrido todas esas páginas, releer de nuevo un par de libros que tenia ahí desde hace mucho. Inmovilizada y practicamente sola, algunas cosas tuve que leerlas varias veces para convencerme de ellas.

Mi pie hinchado.

Mi abuelo Camilo contó alguna vez que, estando junto a los otros miles de exprisioneros a.u. en Tientsin a la espera de algun medio para volver a casa a mediados de 1918, iban a embarcarlo en una cañonera italiana para volver a italia por el indico y el canal de Suez, pero que no lo aceptaron por tener su pie hinchado (y mas tarde, segun su versión, ese barco habria sido hundido y todos el pasaje, muerto). Pues bien, cañonera italiana hubo ahí en Tientsin donde estaba Camilo en esos días pero a ella fueron subidos los cien revoltosos que se sublevaron, cansados de esperar, cansados de que los lleven de aquí para allá, despues de cuatro años de guerra y prision en rusia (luego los llevaron a no se que lugar de China y no se que mas pasó). En cambio, gracias a su pie hinchado,  logró formar parte de los 370 hombres que partieron embarcados en el Logan hacia los Estados Unidos (iban ahí viejos e inválidos, según los libros). Y el viaje por el indico.Ese viaje de regreso lo hicieron, pero casi un año despues todos los que quedaron en tierra, algunos, enrolados como "voluntarios" en los Batallones Negros tuvieron que volver a ser soldados ahora en el ejercito italiano, y volver al corazon de la Siberia a pelear contra los bolcheviques), y otros en la Legione Redenta, empleados como guardias y patrullas. De estos no murio ninguno, pero de los que tuvieron que volver a la Siberia varios murieron. Lograron volver a Italia entre 1919 y 1920. El pie hinchado lo salvo, no de morir ahogado en un naufragio que hasta donde se nunca ocurrio, sino de tener que quedarse ahi en Rusia, como soldado, todavía dos años más.

Camilo desertó apenas llegó a la linea de combate: un día llegó al frente, al día siguiente ya estaba del otro lado, como prisionero de guerra. Agustín en cambio, como oficial del ejercito austríaco, permaneció en el frente hasta el final, hasta que el general ruso Brussilov venció definitivamente a los austríacos en el frente de Galizia; recién ahi, derrotado, deserta, y como prisionero se vincula con la mision militar italiana, irredenti. Agustin paso a ser oficial del ejercito italiano.
Vaya a saber qué historias hubo entre ambos hermanos.

Leí un montón de fragmentos de diarios y de cartas, y de libros muy mal escritos.
Ningún mapa alcanza a contener todo este trayecto, y los mapas engañan ya que hacen parecer pequeño aquello que no lo es. NO lo es la distancia entre Innsbruk y Beneschau (Benesov), ni entre Beneschau y Leopoli, ni entre kiev y Vladivostok, ni entre Vladivostok y Tien-Tsin.

No se si alguna vez Camilo me contó por que tenia su pie hinchado. Un tipo de 20 años con el pie hinchado: dice que esa molestia en el pie le duró toda la vida.


15 de junio de 2014

El olor a humedad profundo que venia de esa pieza del fondo de la casa del abuelo, oscuro como oscura era esa habitación cuya ventana siempre estaba cerrada. Había un misterio alli.

Hoy estuve leyendo cuidadosamente las fojas de servicio de mi abuelo Camilo en el 2° regimiento de Kaiserjaeger Tiroles, infantería (1 Tiroler Kaiserjager RGT Landsturm 1915): descifrar primero la letra (ya que TODO es manuscrito), reconocer las palabras, transcribirlas, buscarlas en el traductor. Me entero que en Linz lo alistaron, el 4 de junio de 1915, y que después de ahí, estuvo en Beneschau (que vendría a ser Benesov), que formó parte de un batallón de reemplazo, y que les dieron 6 coronas, todo eso el 27 de julio de 1915.

Es un deseo muy intenso el de conocer esta historia, que esta en camino de ser satisfecho, y eso está muy bien, porque es así como uno puede seguir viviendo.

Y mientras yo hacia esto, todos se fueron a ver el partido de fútbol y justo llamo a Sandra por telefono y Federico me dice: vos qué, vivis en la luna? quien es el marciano que llama justo ahora, preguntan todos? Yo, yo soy el marciano, le dije. El futbol es como la marea, como el viento, va y viene, todos se agitan, se estremecen, y van y vienen.

Me duele la cabeza, de nuevo.





12 de junio de 2014


Doña Gregoria preparaba de vez en cuando té de barbas de choclo. No sé por qué, en esa agua amarillenta me hacían pensar mas bien en pelos púbicos, pero parece que hacía bien y alla en calle Soler se tomaba con frecuencia. A la tarde jugaba a los naipes con el abuelo, tejía pulloveres en punto inglés y en los esporádicos almuerzos familiares era ella quien se comía siempre el culito del pollo.   No se si ha quedado alguna foto.

Pasolini, cómo lo amo a Pasolini.  Veo una foto suya (como hoy vi una jugando al futbol) y siento por él una nostalgia como la que podría sentir por un amigo al que hace mucho que no veo. Como una familiaridad profunda. Es raro, son esos años sesenta, de cuando yo era muy muy chica, y nadie en mi casa seguramente leía ni conocía a pasolini, pero vuelvo a encontrarme con algo muy hondo de mi infancia. Quien sabe si no es por eso que sigo dando clase, para poder volver a leer cada año, en compañía, para poder volver a contar su vida, decir sus poemas. Hoy un chico muy muy chico había visto Salo. Al príncipe lo deje para la próxima.

Daiana Boller: toda historia empieza siempre por el final.

Ahora me acordé, era Sgarbossa el hombre que estaba en la presentación


Y recién hoy - la última, cuando ya todos lo saben - me terminé de dar cuenta que A y G están enamorados.
"Toda historia comienza por el final. Ninguna termina nunca, porque estamos siempre listos para reescribirla, y siempre de un modo diferente, según el punto de vista, el contexto, los gustos y las obsesiones de cada uno. No hay nada tan inutil como tratar de llegar a una versión ultima y definitiva. El presente remodela continuamente el pasado. Los "hechos puros", los hechos así tal como sucedieron son producidos y reproducidos por esa fábrica de ciclo continuo que es la historiografía"

Citado por Daiana Boller:
"Ogni storia comincia dalla fine. Nessuna finisce mai, perchè sempre siamo pronti a riscriverla. E sempre diversamente, a seconda del punto di vista, del contesto, dei gusti, delle ossessioni di ciascuno. Nulla di più vano di provare a dettarne la versione ultima, definitiva. Il presente rimodula continuamente il passato. Almeno quanto le nostre utopie, che poggiano ciò che dovrà essere sulla critica di ciò che fu. I "puri fatti", gli eventi "così come sono effettivamente accaduti", sono prodotti e riprodotti da quella fabbrica a ciclo continuo che è la storiografia." (Editoriale di Limes - maggio 2014)

11 de junio de 2014

Que no dé todo lo mismo.

Hoy le regalé un ejemplar del libro de poemas a mi madrina. Hay ahi un par de poemas que tienen que ver con su historia. Es una mujer inteligente y va a entender muy bien, si es que lo lee. No hay deudas entre padres e hijos. Una familiaridad. La sensación de que ella, como Mario, es la realización concreta de aquello que podrían haber sido mi madre y mi padre si algunas otras hubieran sido las circunstancias de sus vidas. Uno se busca padres y madres donde sea, me dice marta.

Por qué ahora tengo tantas ganas de llorar.

La voluntad solo puede ganar fuerza si parte del deseo.

No es todo lo mismo.

Somos los seres que mas horas de nuestro tiempo tenemos que dedicar a nuestra subsistencia, dice Waldo. Hay una cierta tristeza en sus ojos, me parece.


7 de junio de 2014

Vinieron varios hombres de 90: aldo temperini, sebastián pacella, libero bucala, asperio clementi.

Tres de ellos italianos, pacella, bucala y clementi
Dos de ellos vinieron en el mismo barco, el Conte verde, en diciembre de 1929.
Pacella cumple 90 la semana que viene.

Vino Marta también, la profesora de canto, hermosisima con un tapado fucsia.
Y Veronica, con su despampanante escote.
Olga Pronsato, la mujer del parque Noroeste, y Marisa.

Quién más: Peñacorada, Liporace, Di Matteo, De los Santos, Tarsia, Marrón, Sanchez, Sabattini,Vera, Barros. Estaba también un hombre, al que entrevisté, y a quien no puedo terminar de reconocer.

La penumbra de ese lugar, la música de Waldo, los bizcochos de Merlino.



3 de junio de 2014


Sobre el buque carguero amarrado en el sitio que está junto al castillo, miles de pájaros negros desparramándose en el cielo rosado del amanecer.
 
Una tarde que empezó con la historia de los ferroviarios italianos que en 1928 fundaron el Club Sixto Laspiur, siguió con las comisiones y vicisitudes del club hasta el presente, historias de anarquistas, huelgas y privatizaciones en el ferrocarril, y terminó con una caminata por las vías hasta Juan Molina, hasta la boca del vinoducto que llegaba hasta la bodega de la esquina de Juan Molina y Malvinas.

El vinoducto y todas las fantasías de una tierra que mana leche y miel (y vino).

1 de junio de 2014

Me viene esto a la cabeza, aunque no puedo precisar quiénes estaban conmigo, ni cuándo sucedió esto. Estamos volviendo de algun lado, de Sierra de la Ventana, tal vez, en colectivo. Nos han levantado en la ruta somos muchos, más personas que la cantidad de asientos libres. La mayor parte nos quedamos parados, en el pasillo, apoyados contra el respaldo de los asientos, y en algun momento alguno saca un mazo de naipes y así, haciendo equilibrio, empezamos a jugar un truco de seis, y  mientras tanto se hace de noche y como es un colectivo de larga distancia la luz interna va apagada y nosotros seguimos jugando, hasta casi la entrada de Bahía.

Otra más, que tiene color de diapositiva de fines de los años '60: tengo cuatro o cinco años, estoy con mis padres, ellos son ligeros, su animo es jovial,  ellos tienen ganas de pasear y la tarde es plácida con ese sol ligeramente nublado, mi pelo tirante, atado como cola de caballo, y corro por la vereda y ellos me sonríen, juntos como no sé si volví a verlos sonreir después, cuando ya el sol de las tarde tenía otro color.

Un bolso de cuero, cuero, cuadrado, fortísimo, de excelente calidad. Creo que sí puedo acordarme para qué se usaba ese bolso, y las dolorosas vueltas en colectivo en los años 80 cuando estaban todavía con la plantación de los álamos. Pero no me acuerdo de eso, decido, el bolso es demasiado bueno, y no voy a dejar que se lo lleven por 200 pesos.

El brazo del combinado también está pegado con poxipol, con un chorro de poxipol al que no se le quitaron los bordes ni las burbujas: "esto te lo tira completametne abajo", me dijo el pibe que vino hoy a casa a verlo.

Uno tendría que ser mas fuerte, mas insensible, no detenerse a pensar en cada una de estas cosas.

Me desperté hace unos días gritándole a mi prima Angela "no me dejen sola" mientras subíamos un enorme y frío edificio de hormigon, lleno de balcones, vacíos, barandas.

Un hombre con una sonrisa espléndida  me saluda ayer, me llama por mi nombre, me abraza calurosamente, me dice : te acordás quién soy. Claro que me acuerdo: es decir recuerdo el nombre de pila, y reconozco esa sonrisa, igual a la de hace 30 (que no era para mí).