31 de julio de 2014

Una bolsa del supermercado Don Diego. Dentro, hay cuatro vestidos que deben haber sido hechos entre 1960 y 1964, todos del mismo largo, dos más anchos, dos bastante más estrechos. Pero son para dos cuerpos mucho mas pequeños que el mio. Los doblé con cuidado y los volví a guardar en la bolsa, como si al plegarlos estuviera en realidad abrazandolas.

Artemisia en Estambul visita el museo arqueológico y saca fotos al sarcófago de Alejandro Magno, y cuenta de cada uno de los pisos de troya, y las inmensas esculturas y me acuerdode una mañana de sol, en ese museo que está en el medio de un jardín, y mauro que sacaba fotos y se fascinaba también él con todo eso.

Hoy me acompañan todos, ay ay ay.
Tengo unas tremendas ganas de llorar.

29 de julio de 2014

- Los admiro, les dije hoy , qué voluntad, mi abuelo hacían este gesto gesto así...
- Y... me dice él, Ferrari quiere decir de fierro.

Una presencia balsámica, tal como ocurría antes, cuando ellos llegaban volando en su avión maravilloso o en ese auto norteamericano azul eléctrico que ella se había hecho importar especialmente antes de la época de martinez de hoz y que parecía un catamarán que ni entraba en el garage de casa alguna vez que lo dejaron para que papi lo lleve al campo. Una protección transitiva: de alguna manera todavía me sigue reconfortando a traves del recuerdo de la expectativa y la incidencia de aquellas frecuentes visitas en mis padres.
Mi padre, cuando ya no reconocía ni tenía noción de tiempo y espacio, a veces en sus delirios lo llamaba o lo nombraba, como si lo hubiera seguido esperando.

27 de julio de 2014

Y me dí el gusto, no más, mientras contaba la historia de Celestina, en una sala colmada de gente, y con esta letra:

Un hermoso día
veré llegar la nave
él vendrá
para darme un beso
y luego, casarse conmigo.

17 de julio de 2014

Una mascara de dragón.

Me olvidé de M esta mañana, completamente: cuando llegue al museo pense que raro que todavia no vino, ahora cuando llegue le voy a pedir tal cosa... y ahí, entonces, me vino a la mente el recuerdo que había quedado hundido en la oscura profundidad de mi memoria desde el día anterior, que a las 8 y diez de la mañana el me iba a estar esperando en la esquina de su casa, y ya eran las 9 menos veinte. Salí corriendo, en el auto, llegue a la esquina, di vueltas por bahia, di vueltas por white, hasta que volvi. Lo encontre justo cuando bajaba del colectivo.

Los trámites que parece que avanzan y la esperanza de que el asunto se solucione.
La clase: una chica pelirroja canta, la otra la que lleva torta, también canta, y lo hace bien, a su manera.

Nina me pidió que le enseñe a tejer, así que con la aguja de crochet estuvimos haciendo cadenita. No lo puedo creer. enseñarle eso es un precioso regalo de la vida, es un hilo a través del tiempo que nos une y nos sostiene, pensaba mientras le enseñaba a pasar la lazada y sostener la aguja y mover los dedos.

16 de julio de 2014

Tranquilo y sereno, pero alerta

15 de julio de 2014

Esguinces mentales.

Hoy salí caminando muy rapido para llegar a horario, y en una esquina al cruzar la calle pisé mal y me volvi a doblar el tobillo esguinsado, y ahora me duele de nuevo, y llegue tarde cinco minutos acalorada y tuve que pedirle a la anfitriona que apague el calefactor (tenia razon merlino, siempre emponchada) y más todavia, tuve que sacarme el pulover y quedarme en camiseta: hice literal lo que se supone que ahi uno hace simbolicamente.

Esguinces mentales.

Mascherano camina veinte cuadras en quince minutos y llega a tiempo, Mascherano mira la puerta partida en pedazos y con cuatro clavitos te la arregla, Mascherano va a terapia y la culpa de todo la tiene la madre del sicologo... pero Mascherano no siempre gana, a veces se esguinsa, los clavos se le desclavan, los errores son los de su madre y no los de otra.

Hice unos arrolladitos con berenjena, morron y queso espectaculares.


14 de julio de 2014

Tambien me gustaría cantar Un bel dí vedremo


Llueve.
Hay olor a lana húmeda .
A gato húmedo.
Las florcitas de la fiesta todavía están ahí, en el alfeizar de la ventana.

Me compré una nueva y espléndida caja para guardar aca en mi casa las herramientas de mi viejo que me traje del galpón. Traje limones también, pero vienen cada vez mas chiquitos.

Llueve.
Nina me espera en el patio bajo su paraguas lila, mientras destejo un pulover viejo.
Una secreta maravilla.
No hay por qué tener miedo.

13 de julio de 2014

me parece que me quede con un poco de ganas de marea humana, de ánimo festivo, aun cuando uno sabe que esas cosas no son mas que espuma evanescente.

La oscuridad del invierno.

Y sin embargo, no hay motivos para tener miedo.

11 de julio de 2014

Una adolescente, tendría 16 o 17 años le preguntó hoy a Pedro:
- ¿Usted es inmigrante?
- si, le dijo él, vine en 1945, fui a la escuela, canté la marcha de San Lorenzo, el himno, a mi nadie me discriminó.
Despues, nos contó Analía, un compañero le dijo a la chica:
- ¿cómo le vas a decir "inmigrante"? tendrías que haberle preguntado: "¿usted vino de otro país?".

Como si esa palabra sonara a estigma.

10 de julio de 2014

Una chica aprende coreano porque va a una iglesia evangélica donde se predica y ora en coreano. (ya me perdí si son presbiterianos o pentecostales)
Otro canta cumbia norteña.
Tal como me imaginaba, la chica rubia canta tangos y lo que venga, desenvuelta y con una excelente voz, sabe que la escena es de ella. Igual sentí que en algun momento el hondazo se le va a venir encima y ya me duele antes de seguir. por ahi no.

A otra le temblaba el mentón ligeramente mientras cantaba.
Varios tienen 19 años y me asombran.
Otra tiene 16 y escribe.

No me grabes, me dijo, pero en seguida se puso hablar, como para la posteridad. Una reflexión sobre lo hecho, lo vivido, e incluso el intento, al menos, de una teoría sobre todo eso que tenemos ahi entre nuestras manos. Debería ser una historia lo suficientemente ajena como para poder yo entrevistar, escuchar, asombrarme y preguntar, como hago con los ferroviarios, o los inmigrantes. Debería ¿no?



8 de julio de 2014

Mientras el paciente agoniza, y es mutilado, desgarrado y descuartizado, miran para otro lado. Cuando esté muerto, bien muerto, y no grite ni moleste más, entonces ahí sí, frente a lo que quede del cadáver, se preguntarán qué pasó, qué enfermedad padecía, a dónde fueron a parar sus miembros amputados, y reivindicarán con orgullo su genealogía, su porte y su relevancia, y repudiarán incluso -a la distancia- a los verdugos.

4 de julio de 2014

Son asi, los trentinos inmigrantes, como osos, cada uno en su cueva. Mañana hacemos una fiesta con 90 personas, pero nacido alla, al final viene uno solo (y no porque haya mala onda, ni nada, por el contrario). Fueron siempre así: ellos no se reunian ni con sus parientes, menos que menos con otros de su mismo pueblo. Las fiestas regionales son inventos nuestros: aquella reunión fue imposible y de alguna manera sigue siéndolo.


2 de julio de 2014

Los fierros, al peso. Cuántos de esos que hoy llevamos probablemente hicieron el camino de vuelta al mismo lugar del que vinieron.

"Es el cumpleaños de Doña Flora hoy. C va a la noche y le deja un sobre en el buzón, y le escribe: que dios te perdone, por todo lo que nos has hecho. Yo le digo para qué, pero bueno, ella sabrá".

"Me había comprado un terreno con mi dinero. Cuando se hicieron los papeles, mi papa me dijo firma aca, siempre los tuvo él. Cuando fallecio me lleve la valijita con toda la documentación. Pero el día que lo quise vender, cuando leo la escritura, veo que no solamente estaba a nombre mío, sino también a nombre de él. Yo estaba solo, soltero en esa época. ¿Por qué habrá hecho eso mi padre?," me cuenta L. Yo le digo: "me parece que era un modo, un habito en esas familias: que los padres o hermanos mayores intenten controlar estrechamente la vida de los demás."  Se queda pensnado un poco y me dice: "cuando yo recién me había casado, él venía todos los días a mi casa, y revisaba la olla. Y a mi señora, logico, le molestaba, si no es el que paga la comida, decía ella, y tenía razón. Pero él hacía así."

Estamos pagando culpas que no son nuestras.
R sana, constela.
Yo más modestamente trato de entender, y de reconciliarme con mi madre y con todos esos que todavía, a distancia de casi cien años -si no les ponemos desde ya un preciso limite- podrían seguir rompiendonos  las pelotas.

El pie me duele todavía.