28 de febrero de 2015

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Conversación (una  historia de amor)

. Recién veo un mensaje de otro amigo de mis años jóvenes... jaja, bueno algo más que amigo entonces... hoy es cura...  me manda las fotos de la ordenación de obispo  de otro amigo nuestro y le contesto a este amigo:  Che, me da cosa... esto viene a ser cuando nosotros nos reimos de la gente que nos muestra la fotos de los nietos! Nosotros nos mandamos las fotos de los que son obispos...  estamos mayores!!!
...
Creo que ese es el gran desafío de la mujer... ver que la idea del amor romántico, como está concebido, no ayuda a la identidad femenina sino que la corta... sin embargo el ver que uno en su independencia construye otra cosa... es el desafío.
Mi madre es una mujer única, pero yo no lo supe hasta ya más grande, porque pensaba que todas las madres eran así...y que las amigas de mi mamá eran como todas las mujeres... a ella le debo mi vocación, no porque me hizo rezar, ni nada de eso, sino porque siempre me llevó al contacto con la gente... y así un día decidí que quería dedicarme totalmente a eso, a caminar con el pueblo, que no quería ir solamente el fin de semana a Matanza sino vivir así, y lo hice...
Y de repente... después de un tiempo de estar en lo misionero... de creerme que era re buena, la vida y Dios hicieron que conociera a alguien que también tenía un corazón por el pueblo, que también se fue a vivir a un barrio pobre, que hacía de todo por la gente de sus barrios... y juntos hicimos muchas cosas.
Sin embargo mi vieja un día, volví a casa con este amigo...que a todo esto era de la zona también… 
Y nos sentó, me acuerdo como si fuera hace 10 minutos, y nos dijo claramente: “Chicos, uds se re entienden, uds, parecen cortados por el mismo molde... se la pasan juntos, la gente los quiere mucho...la gente cree que son dos santos (que mala la vieja ) ¿pero saben algo? la vocación de uds es grande y es de cada uno; si deciden seguir juntos alguno de los dos va a quedarse a la sombra del otro; uno de los dos va a resignar la vocación, uno de los dos, va a tener que dejar su identidad para ser parte de la identidad del otro.... y eso es mucho pedir... eso no es de Dios,  Dios los quiere libre para su gente.. y para El... y que vuelen....

y bueno... fue el comienzo de un camino

Ahora estamos viejos,  nosotros lo hablamos mucho, éramos chicos, yo tendría 28 años, y él tenía 34, ya era párroco, y yo era la "Madre Teresa de Azcuénaga"… la calle donde vivía... y hablamos mucho... y fuimos a pedirle a la Virgen de Lourdes que nos diera una pista... como si la Virgen se te apareciera y te dijera qué tenes que hacer con tu vida.. como si no tuviera nada que hacer...
en fin..

¿y sabes algo?

A las semanas él se me apareció y me dijo algo que fue fundante...
- P***, es cierto eso de que vos sos de Dios, rezás más que yo, hacés más que yo, predicás más que yo, tenés un cariño por la gente que yo desearía tener... pero todo eso es de Dios y de la gente...

y bueno lo demás es historia...

Yo me fui a África, y él se fue a otra misión en Colombia.
y creo que era de Dios... que es de Dios, somos re amigos.
Nos volvimos a ver, nuestra ciudad es un pañuelo y la iglesia más... y hemos construido una gran amistad donde cada uno disfruta de su vocación y sigue enamorado de Jesús y de su gente.
Yo te lo cuento porque creo que a veces las mujeres nos quedamos con la idea del amor romántico y en realidad el amor es el que te deja volar… el que te deja ser vos... que no te atrapa… y que no necesariamente es alcoba, sino que es comunión de otras cosas más profundas y es entrega... qué se yo...
mira.. Dios cruza caminos porque los caminos uno no los hace sola, sino con otras mujeres...cada una con su historia, cada una con su perfil, cada una única y cada una trayendo algo a ese tapiz de la vida que se entreteje como las trenzas de las mujeres indígenas...
en fin...”
Es el encuentro con el otro el que transforma el proceso de aprendizaje
uno es hijo de la ilustración...pero es el encuentro lo que produce un aprendizaje no medible con herramientas académicas, sino mas ontologicas, Mónica dixit.

23 de febrero de 2015



Trajeron hoy las cenizas en una urna de madera, dentro de una caja de cartón tipo de galletitas. El sabado a las 11.30 las vamos a dispersar como él quería en el parque del museo y desde el puente del bulevar. Una cajita.  Es solamente una cuestión social, dice Carlos. Pero a mí me da una sensación de libertad la perspectiva de hacer eso, como de cerrar algo.





22 de febrero de 2015

Estuve hace un año en Arco, paradisíaca ciudad hospital , recorriendo calles llenas de árboles y palmeras, con bulevares, casinos y casas de curación y reposo algunos de principios de siglo, otros más recientes, y a pesar de la lluvia me ponderaban el clima benigno, suave para quien en caso de enfermedad tuviera que transcurrir alli un cierto tiempo.

La llame a donatella, y la encontré en Arco, justamente, convalesciente hasta hoy. Era stufa di stare lí, e aveva anche una grande paura. Se guarisco vengo in Argentina, la prossima estate, mi dice. Ti aspetto, cara, le rispondo.

El aire del mar pesaba, el viento apenas traía un poco de alivio. Congregados todos alrededor de la mesa de entrada.

Vamos a ver qué pasa el viernes, dice pedro marto, mientras volvemos a bahia en el auto. ¿Por qué el viernes? Porque Zulema me debe mil pesos, si no me paga con dinero, ya me voy a cobrar de otro modo, me dice. Pero si lo que necesitas es tu plata, con "otras cosas" no vas a poder comprar ni viajar ni nada... Yo igual voy a estar conforme... eso sí, por un largo tiempo, me dice.


21 de febrero de 2015

El inquietante rebuzno del burro en el parque independencia fue lo que mas impresionó a Nina esta tarde durante nuestro paseo de sábado por la tarde, no los pocos patos que quedan dando vueltas en el charco, ni las chivas en su  corral hediondo, ni las palomas gordas.


20 de febrero de 2015

Magnífica tarde de sol en bicicleta hasta la parte más alta de la loma, y bajada sin pedalear casi un kilometro. Si hasta se veía bellisima la ciudad.


(La disyuntiva es: ¿las enterramos en un pocito junto a una planta? o las desparramamos a mano desde algun sitio alto? Ese es el tema: el que pide que lo cremen querría desvanecerse, desaparecer, pero el cuerpo, incluso en su mas ligera expresión (las cenizas, justamente) tiene una contundencia material que hay que resolver de algun modo. No se van a deshacer, van a quedar flotando un rato en el aire, y luego van a caer en el pasto, en el piso, en los charcos de agua...)





17 de febrero de 2015

Hoy me aburrí. Hacía mucho que no me sucedía esto, aburrimiento. Como la primera página del libro de Moravia:  l'effetto sconcertante che fa una coperta troppo
corta, ad un dormiente, in una notte d'inverno: la tira sui piedi
e ha freddo al petto, la tira sul petto e ha freddo ai piedi; e
cosí non riesce mai a prender sonno veramente.
La tarde gris. Imposibilidad de hacer lo que tal vez hubiera querido hacer, indiferencia frente a las dos o tres cosas mas o menos interesantes que sí podía hacer.
Peine y cepillo un largo rato.
Después nos pusimos a mirar en VHS unas imagenes del viaje a Egipto: horas y horas de cinta que podrían condensarse en un par de fotos. Fuimos a la plaza y como la tormenta parecía inminente pensé en cinco minutos ya volvemos, no me llevo nada, ni tejido ni lectura. Pero los minutos pasaban y la lluvia no caía, y nina seguía jugando y yo daba vueltas con los paraguas cerrados en la mano.
Las palabras de una niña y los oídos de una señora mayor me causaron un dolor profundo.
Y a la noche me puse a preparar, del puro embole, nomás, albondigas con puré.
Ahora llueve, truena relampaguea, y estoy a punto de tomarme una taza de té.

15 de febrero de 2015

Un niño rico esta sentado en una mesa del patio de comidas del shopping junto a su padre -supongo-, un hombre alto, canoso, vestido de bermudas y camisa blanca, y que toma cerveza sin demasiado apuro, y mira hacia atrás como buscando a alguien, y alrededor también (y en algun momento su mirada también cruza la mía), y cuando me levanto veo que el niño de unos nueve o diez años, llora, con desconsuelo pero sereno, trata de secarse los ojos, se apoya sobre su antebrazo, el hombre desde su silla, le acaricia ligeramente el hombro.

14 de febrero de 2015

Soy una de las personas más contantes que conozco.

Falleció la persona cuyo nombre me inspiró (sin haber tenido yo con él mas que dos o tres dialogos intrascendentes) el nombre de mi hijo. Nos afectó también, porque es parte de un pasado lejano, allá por fines de los ochenta que se desvanece (o se reactualiza, al recordar y cerrar de algun modo simbolicamente aquella lejana historia).

Un patetico sombrerito playero.Un licor de naranja.
El sol tibio que me reconforta en medio del terrible mareo.
Las hojas.
Un libro que me acabo de comprar.

Voy a postergar lo más posible el momento de acostarme para ahuyentar a ese horrible monstruo que de noche se apodera de mi cabeza y me la exprime.

12 de febrero de 2015

Febrícula.
Nostalgia de mi madre, una mañana de verano caminamos por alguna calle del centro ella tiene permanente, hay un aire fresco y una sensación de inminencia, expectativa, por algo bueno que está a punto de suceder, nostalgia de un tiempo anterior a algo que luego pareciera haberse quebrado, de un tiempo en que yo no sentía todavía que siempre estaba debiéndole algo.

"La ciudad se vistió de novia, pero el prometido nunca llegó".
Conversacion con una persona que viene del corazón profundo de la historia de ciudad: me habla de archivos, papeles y libros de la empresa que en los setenta perteneció a su familia.

Uno se va convirtiendo en una gran oreja.
Equilibrio emocional de indiferencia. El asno de Buridan que se muere de hambre.

La lista se va completando. Los nombres, esos escuetos datos garrapateados hace más de cien años en esos libros que fotografié ayer, apenas pueden leerse son como ínfimos destellos de luz en la  mas absoluta oscuridad del pasado. Pero uno de ellos viene a iluminar una esquina acá a la vuelta de casa: la Fonda Tirolesa, en Rondeau y Terrada.

Cómo me hubiera gustado ser soprano.

11 de febrero de 2015

En la plaza, las niñas. El niño rubio, como una aparición, juega a la pelota. Como si hubiera estado siempre ahí.

10 de febrero de 2015

Durante todo el día, el dolor de cabeza, asechándome.
La lana, el pescado, las revistas, el shampoo con quasia amarga para los piojos.
El aire fresco del atardecer.
La lista que crece.


8 de febrero de 2015

Feliz. Trentinos (y unos cuantos), en el libro Matricular de la Sociedad Italiana 1886-1902.

Aca las cosas el famoso dictum de Marx (primero como tragedia, luego como comedia) se da al revés: primero nos matamos de risa con una canción en holandes que se llama Bahia Blanca y que no entendemos qué dice, y ahora aparece como música de fondo de un video con postales de la ciudad; un joven locutor nos hacía divertir hace veinticinco años parodiando a los locutores engolados de la radio y la tv y ahora él se ha convertido en eso exactamente en su voz y su apariencia.

Un dolor de cabeza que me abandono recien a las cinco o seis de la tarde.
La pena por los niños muertos en un incendio, hoy a la madrugada.
La carne especiada que prepare al mediodía.
La lista que crece a buen ritmo.
La labor a crochet, que no crece tanto pero que va quedando linda.
Sobre la hermandad hablábamos hoy con guillermina por teléfono.
El atardecer sereno en la plaza donde de a poco crece el cesped y los árboles nuevos prenden.




7 de febrero de 2015

Un frappé de café helado, leche, dulce de leche y azúcar.

La llame a Donatella, hoy, con los 50 pesos que me quedaban de credito en el celular.


La excitación que me producen esas mas de 200 fotos que saqué ayer. (todavía no las bajé).


Una concepción muy particular (y poco difundida) de hedonismo.


6 de febrero de 2015

Dos de los tres libros matriculares que logré identificar hasta ahora, fotografiados, completos.

5 de febrero de 2015

El próximo sábado, el fuego. Y luego, las cenizas.




4 de febrero de 2015

La gran "cinema paradiso": busque en youtube videos con las escenas finales de la novela turca, ellos dos juntos. 


2 de febrero de 2015

Soñé con un león, en la entrada vieja del campo, que era muy parecida a la del parque de mayo, en la casa del campo esperábamos, el león me acompañaba, yo iba montanda sobre el león, que luego al regresar se recostaba a la sombra del los árboles, y yo me recostaba a su lado, y sentía que me protegían su enorme melena rojiza y el follaje de los árboles.

Las revistas de Pedro prolijamente ordenadas sobre mi escritorio.
El archivo. La pediatra de Nina. El antibiótico. Los mails de condolencias por la muerte de Pedro. La llamada de Marcelo. La orden del hisopado en el hospital. Algunas vueltas de crochet en la supermanta de colores que estoy tejiendo.

Como si hubiera sido un presentimiento. Hoy me llamó Corinti para preguntarme si podían cortan los árboles que están detrás de la casa. Le hablo a Alicia. Sí, mas vale, esos árboles ya son viejos tienen mas de treinta años, ya se caen en cualquier momento, y para eso están, para sacarles plata. Es así, la cosa, una fuente de madera que se renueva, cada treinta años, puntuales: plantados a principios de lo sesenta, cortados a mediados de los ochenta, vueltos a plantar mas o menos por ahi. Ya es hora.

Pero para mí la imagen del campo es siempre del color de esta foto (que es de 1978), y los árboles no son que veo no son los que están ahora (más irregulares, más frondosos, más grandes, incluso) sino esta textura, este ramaje, esta tonalidad rojiza más propia de los de los productos químicos con los que imprimían las fotos en esos años que de los árboles de verdad. La chalina de mi abuelo es del mismo color (la tengo en casa guardada en mi baúl).


Es el color de un león, el de las copas de esos árboles de la foto.