31 de mayo de 2015




Por un momento no nos vamos a escapar de las redes de la lírica. Habíamos logrado encontrarle un cierto encanto a esa que considerábamos una espartana belleza, la palabra despojada, el asunto prosaico, y no solamente: cundió como medida del gusto, de valoración, y espaldarazo para seguir (o no) escribiendo. Hubo quien pidio disculpas por sus "desbordes líricos".

"La lírica está muerta. O eso dicen:
que hace ya veinte años que está ausente 
que sus huesos se pudren en la tierra...

                        ....Pero vive
y está siempre volviendo. 
... resignada
toma otra vez los remos y hace fuerza"

dice Ezequiel Zaidenwerg, La lirica está muerta, Vox, 2011.


Todos nos desbordamos, porque hay algo poderoso en ella, y está siempre volviendo, y conmoviéndonos, y despertándonos de nuestro letargo y de nuestra soberbia:
(... los guardo como la sedienta planta del desierto guarda cada gota de rocío al amanecer...)

30 de mayo de 2015

De una concurrida procesión de semana santa en sevilla, llena de vírgenes, cófrades, nazarenos e  impregnada de olor a incienso, vela derretida y azahares, contaba Marisa mientras el helado se derretía en el vaso, se hacía de noche afuera, y unos pocos autos pasaban por la cortadita a la que da ese ventanal inmenso frente al que estaba sentada.

28 de mayo de 2015

Un volcán.

Eso que parecía ahí, pura piedra, en algun momento, lentamente se vuelve fuego líquido.
¿Qué fuerza misteriosa es la que lo activa?


Me acorde de la isla de Thera (Santorini): un volcan en el mar.
La isla es bellisima. Y el volcán no esta apagado.



Escribe Laura Wittner: 

"la noche que terminé el libro, lo cerré y me puse a llorar. No aguantaba la idea de quedarme fuera de ese mundo." 

27 de mayo de 2015

Palabras alusivas II






(El martes 26 de mayo a las 20 horas, leí estas palabras en el acto del Conservatorio de Música de Bahía Blanca.)

"Hoy estoy acá, nuevamente, a cargo de las palabras alusivas porque –parece- nadie quiere hacer discursos, ni quiere venir a los actos. Yo también protesté un poco cuando me lo propusieron, pero después pensé que por ahí estaba bueno preguntarse por qué a todos nos pasa esto.

26 de mayo de 2015




La esperaba, sumida en la bruma del sueño de la mañana.
Estaba llegando a puerto, y no la ví.
Una ráfaga de viento sur me hizo abrir los ojos.
La encontré, ahí, ligera, recostada en la espuma de la orilla del mar.

25 de mayo de 2015

La plenitud de mis días

este calor suave

disfrutando.

No tengo ganas de salir corriendo
quiero quedarme en calma, serena, con este gozo íntimo, inesperado, y -pareciera también, imposible de decir.

(Esto puse en facebook ayer:

no tengo ganas de tirarme de cabeza en una maraña de calles, déjenme así, como una cosa apoyada en un rincón; me quedo acá, disfrutando de este calor suave, y de la plenitud de mis días.

Yo me pregunto: ¿hay algo en este texto que haga pensar que estoy triste? Varios comentarios hay dándome ánimo, exhortándome a seguir adelante. ¿Tal vez la expresión "no tengo ganas", la mistificación del movimiento, del viaje y de la actividad casi como fines en sí mismos, las palabras "cosa apoyada en un rincón", provoquen esa impresión de desvalimiento?)


24 de mayo de 2015

Un momento Juanele,

".... 
en la línea sin límites de un espíritu de latidos y de ciclos
hecho de todo de "élan",
en la aventura de los rumbos, inventando siempre pétalos
para una rosa que crecía y crecía
desde la raíz del ritmo?"
                                     
 J.L.Ortiz, El Gualeguay, vv. 1374-1378.

para terminar un día que fue así, de regocijo.

22 de mayo de 2015

Inspiradisima estoy escribiendo esta noche, (y eso que es un texto por encargo). Cómo lo disfruto.
Empecé revisando los diarios que fotografie ayer en la biblioteca, despues, en el acto en la escuela de esta mañana en el que nina bailó la chacarera vestida de paisanita delante de un cabildo de cartón en el que tronaban las palabras "amor", "unión", "sacrificio", "dedicació", "participación" y otras, empecé a encontarte la vuelta al argumento, y durante toda la tarde estuve anotando, y transcribiendo, y dando vueltas. Ahora me preguntan si no quiero ademas usar una pantalla ... ay ay ay, qué tentación. Tengo igual tres días para pensar. Necesito estos empujones para ponerme a funcionar a toda máquina.

Tengo una sensación de gran potencia, como la que habrán sentido los que quisieron construir una torre en Babel y creyeron que iban a poder hacer la torre más alta jamás vista, y vino dios y los castigó a todos condenándolos a hablar a cada uno, un idioma diferente. El castigo a mi soberbia es más modesto: tengo para mañana esperándome la torre de ropa para planchar mas alta del planeta. (y me dio curiosidad, acabo de buscar y encuentro que la torre mas alta del planeta mide 828 metros, y está en Dubai, en Arabia, la Torre del Califa, y tiene una placa que es una especie de fack you a la historia bíblica).


Entre 1988 y 1989 compré y leí -con placer- varios libros de Herman Hesse. Uno, que compré usado, con varios pasajes subrayados con lápiz negro y un exlibris en un margen, me quedó en aquel momento sin leer, El lobo estepario. Lo tengo acá, conmigo, ahora, en mi escritorio, leí dos o tres páginas, un poco al azar, y me estremecí  Vaya a saber por qué pasan esas cosas.




21 de mayo de 2015




No importa el calor, ni la distancia, ni la multitud de maravillas o de estupideces que deslumbran y anestesian el vacío o la banalidad: donde está tu tesoro, ahí está tu corazón.


(Y me voy a tomar un cafecito, y a dormir porque ya es tarde)


Fui a la Biblioteca Rivadavia a buscar material para preparar lo que me pidieron para el 25 de mayo. En el pasillo de ingreso hay una muestra de mapas de la ciudad (que en realidad estaba ya cuando estuve ahí, hace dos semanas, pero aquella vez pasé de largo). Hoy en cambio, miré cuidadosamente. Y me parece que encontré algo que tiene que ver con el Camino de los Corrales que andaba buscando hace un tiempo.



 

20 de mayo de 2015

Tanto diluvia en algún remoto rincón de este planeta que hasta acá llega la humedad tibia y pegajosa.
Un abrazo a una amiga de otras épocas a quien hacía muchisimos años que no veía.
Su voz completamente transformada, sus ojos tristes, y una descomunal cantidad de perfume que lleva encima.
Un hijo -un niño al que quería muchísimo y vi crecer en su primera infancia- en tratamiento siquiátrico. 
Un disfraz de paisanita para el acto del 25 de mayo.
Un inoportuno timbrazo, a la tarde.
Un impresionante periplo.
Vértigo.
Unas pocas palabras escritas.
La madrugada. Se supone que todos duermen, salvo alguien que por un segundo, en la oscuridad enciende brevemente su pantalla, y comprueba que el universo sigue girando sobre su eje y que su mapa acaba de llegar a destino.
Excursio per Orientem fue el titulo de mi tesis.
Ese profundo deseo de ir (cupido adeundi).
En mi biblioteca un montón de libros  sobre viajes, representaciones del mundo y periplos en la antigüedad grecolatina. Un montón (que para otros resultaría exiguo; para mí, no) de guías de viaje traidas de los varios países que tuve la suerte de conocer.
Y sin embargo en estos días de calor, mi deseo es llegar hasta la plaza del teatro, por ejemplo, y sentarme al sol.

19 de mayo de 2015

Una entrevista de hace un año, desgrabada. La misma fascinación de entonces. (Me acuerdo que cuando ya me iba, le dije al hombre, un italiano de noventa y dos años: me va a disculpar esto que le digo, pero usted es...  parece un actor de cine -de los de antes. )

Un calor inusitado para esta tarde de otoño.
Una caminata por el centro.
Ropa nueva: un sweater color manteca -ajustado, otro rojo, una campera de lanilla negra, y tres remeras de algodón y lycra.
Una conversación sobre gentrificación y edificios colosales en la zona de la estación.
Un vaso de cerveza de trigo.









18 de mayo de 2015

Una montaña de naranjas, y otra de limones.

Un colchón en el que hace cuatro años ya nadie dormía, esta noche ya es de  Rosa, la que los acompañó con todo su amor, a los dos, a mi padre y a mi madre, hasta las puertas de la muerte. Le dije hoy a ella: ojala que la fuerza que la sostuvo  a mi madre todos los años que durmió en el sea la que ahora te acompañe en estas horas difíciles. Una deuda saldada.

Una pesadilla en el entresueño, un pensamiento absolutamente doloroso, irremediable.

Hoy el silencio cunde en todo el orbe.



17 de mayo de 2015

Un barco super Panamax proveniente de Hong Kong, de bandera china, entró hoy al puerto, en el sitio 9, con sus 270 metros de eslora y sus siete bodegas con tapas hidráulicas. Me cuenta hoy el Chapa: Y me vi toda la maniobra de amarre: dos remolcadores lo dan vuelta en la zona de giro, completamente, le ponen la proa ya mirando hacia afuera y despues lo sujetan con cuatro largos a la bita y ahi queda no más. Y bajaron un montón de marineros chinos, con unas filmadoras impresionantes.

Una señora que fue vicedirectora del instituto Valentin Vergara (un reformatorio sin eufemismos) entre 1980 y 1986, me cuenta de la casa esa que fue de Mr. Harding Green y de la cancha de tenis que era de ladrillo y cómo el director la convirtio en cancha de futbol. Nino Fabris, un ex sacerdote me dice ella.

Ayer hablábamos conb Eva sobre cómo sufrimos a veces idealizando a los demás, convirtiendo lo que en un primer momento consideramos "exitos" o realizaciones ajenos en parámetros para medir nuestros propios "logros". Hoy Mónica me manda un texto en el que está esta frase: "A ‘perfect’ person ends up being the one who can consciously forgive and include imperfection rather than one who thinks he or she is totally above and beyond imperfection.”



16 de mayo de 2015

Una cena con carne rellena con hinojo, ajo, apio, perejil, nueces, pasas, jamón cocido, queso parmesano, queso crema, rodajas de zapallo  y papas al horno.

Estoy a punto de empezar a leer una novela.



15 de mayo de 2015

Un magnifico concierto en la capilla del colegio Maria Auxiliadora: el Padre Nuestro de Leos Janácek  y Requiem, de John Rutte.
La felicidad tiene algo de inefable, algo de increible tambien. Pero es asi.

14 de mayo de 2015



Hoy me llama Claudia, alborozada. Claudia la nieta del tio Abramo, el de la esquina del negocio de vino, la hija del propietario de campo y de un monton de plata, Claudia golpeada, despreciada y finalmente expulsada de la casa-chalet por su propia madre, Claudia con un hijo y un marido imprentero, Claudia va y viene por toda la ciudad en bicicleta y su carrito cartonero, y junta montañas de latas de gaseosa, papeles, bidones y hueveras de cartón, su rostro menudo endurecido por los golpes, la intemperie y la aspereza de la vida, idéntico al de su abuelo cuando era joven.

Me cuenta que la llaman de la Biblioteca Almafuerte, que estan haciendo limpieza (o sea, tirando a la mierda todos los libros), que ella los libros no los tira sino que muchos los conserva para su hijo o los regala por el barrio a las personas que piensa que les pueden servir, que ya habia hecho dos viajes,y que cuando esta en su casa vaciando el tercer carro de libros, ve aparecer entre tantos papeles un librito anaranjado, Diario del mio viaggio di mare, de Abramo Battaia.  Qué hijos de puta los de la biblioteca, que tiran un libro que nosotros mismos les regalamos hace unos años, fue mi primer comentario. Qué suerte que así puedo yo también tener el libro, me dice ella. Se me hace un nudo en el estómago y en la garganta. Así mi hijo va a ver que su bisabuelo también está en un libro. Yo lo tenía que querer en silencio a mi abuelo, si decía algo bueno de él mi mama se enojaba y me pegaba. Y a quien iba a llamar para compartir semejante gran alegría? No estaba segura si el celular seguia siendo el mismo entonces buscó y encontró mi numero en una guia viejísima de esas que le dieron para reciclar.

Finalmente, un fil de fumo. Ya estaba empezando a faltarme el aire.
Me lo pasé todo el día escuchando a Maria Callas.


13 de mayo de 2015



Una cantante maravillosa canta Carmen de Bizet, en el examen de francés

L'amour est un oiseau rebelle
Que nul ne peut apprivoiser,

L'amour est loin, tu peux l'attendre;
Tu ne l'attend plus, il est là.


Mónica me mira envuelta en su poncho de lana, con sus ojos tristisimos, no dice nada. Le pregunto, y? como estas? suspira, ahi andamos y enseguida, antes de que yo pueda hacer algun comentario me dice: vos estas espléndida. Hago lo que puedo, le contesto, trato de vivir el presente, apaciguar las expectativas desmesuradas que solamente generan infelicidad, disfrutar cada pequeña cosa. Me sentí miserable diciendole eso a alguien que evidentemente tenia dentro una profunda pena y que para ella no era cuestión de disfrutar el presente. No estoy de capa caída.

Una caminata, la pileta, el auto a toda velocidad, una direccion que no puedo encontrar, de regreso al barrio noroeste profundo, reunion con Marta y Bruna, a la tarde, una cantidad de fotos increibles, las historias que se van armando, el vaso de cerveza que ya veo que no voy a terminar de tomarme esta noche, la noche y la mañana en perfecta simetría, alguien me da charla, mejor me voy a dormir.


11 de mayo de 2015

Un desvanecimiento, esta mañana. Como una ola enorme que antes de romper se retira y deja la playa casi en seco, algo asi sentí hoy por un momento. Despues se pasó, como todo.

La caminata.
El sendero por el parque.
Los árbolitos recién plantados, y los añosos.
El pasto bien cortado.
El puente de barandas azules (que seguiremos usando mientra el hormigón sobre el zanjón esté así de finito a punto de quebrarse).
La ferretería enorme de la esquina.
El canal que baja lleno de agua de las sierras.
El punto del globo terrqueo en las antípodas de este parque.

Un sube y baja, las antípodas, como la ola gigante, o como la marea, en el que se alternan la luz y la oscuridad, el sueño y la vigilia, y la plenitud y el vacío.

10 de mayo de 2015

Mas historias  de amor:

¿Como lo conociste? le preguntábamos anoche a quien nos contaba que se separó, y que ese que la trajo es el hombre de su vida. Un aviso en la revista de los clasificados. Tenía que vender un ropero que estaba en la casa de un inquilino, mi hija me publico el aviso, este hombre llamó, vino a verlo, quedo que en dos o tres días venia a buscarlo. Pero la persona en cuya casa estaba el ropero (no era la mía) lo sacó ahi no mas a la vereda. Así que tuve que llamarlo, y vino a buscarlo, y me pagó y se lo llevó. Y a los ocho meses me vuelve a mandar un mensajito, a ver si no tenía algun escritorio para vender, y vino a ver uno que teníamos, pero mi marido le pidio demasiado, y entonces se fue, pero me volvio a escribir para disculparse que no habia comprado nada. Y ahí empezamos, mensaje va mensaje viene. Un año. Hasta que no aguanté mas esa doble vida, y entonces le dije toda la verdad, a mi marido y a mis hijos. Me fui de mi casa, me lleve nada mas que mi ropa. Me fui a vivir con J*****, hace cuatro meses. Nos fuimos a la playa en el verano, ahora en un mes nos vamos a las cataratas, y a fin de año, a ver a mi hija, empecé el gimnasio la semana pasada, le compramos a mi marido la mitad del auto, así yo puedo seguir trabajando, y voy a ver a mis hijos casi todos los días. Una vez hace poco, nos reunimos los tres, y mi marido le dijo a J***: "solamente espero que no la defraudes, si no, ahí voy a estar yo de nuevo para protegerla".

Sos el centro exacto de mi vida, segun me contaron, alguien dijo.
Y el italiano ese con el que chateaba me pagó el pasaje, y yo me fui un mes y medio, y estuve ahí con su familia en Napoli, y luego en su departamento en Lucca y recorrimos muchisimo y fue con él que aprendí a hablar en italiano, como por ejemplo la expresión "farcela": ce la fai ad esser pronta in cinque minuti? Pero cuando me acompañó al aeropuerto que yo me volvía me dijo: estoy seguro de que nosotros no nos vamos a volver a nunca más. Y si, tuvo razón. Yo despues ya no quise más....



9 de mayo de 2015

Una montaña de ropa para planchar.
Una montaña de brocolis para hervir.
Un montón de niñas para atender.
Un monton de horas esperando.

Un montón de recuerdos que vienen y van, desvaneciéndose en esta tarde de sol.
Un montón de tarteletas que después voy a terminar de preparar.

Un montón de kilómetros por recorrer, tal vez.

Una cucharada de queso crema.
Un punto sobre una palabra escrita en un idioma incomprensible.
Una gota de perfume.

8 de mayo de 2015

Un montón de alfajorcitos de maicena caseros.
Una fuente con la inscripcion: bebe y vete.
La cabeza que me duele.
Una escena de película bizarra:  El transatlántico suelta amarras. Miles de personas se apretujan en el muelle. El contrafagote profundo vibra y extiende su temblor a los cuerpos y a las almas. De pronto una voz, por sobre todo el fragor perfora el tráfago. "Antes de que partas, dice ella, necesito saber algo importantísimo: ¿Te gustan las berenjenas?" Él, en lágrimas, aferrado a babor grita: "¿LO QUÉ?", pero ya nada se oye y la nave parte y todo se pierde entre las brumas.
Los gatos.

El sueño largo y profundo de la tarde.



7 de mayo de 2015

De Las ciudades invisibles, de Italo Calvino, un pasaje que me encanta:

"Marco Polo le dijo al Kublai Kan:
- Ya te he hablado de todas las ciudades que conozco.
—Queda una de la que no hablas jamás.
Marco Polo inclinó la cabeza. ¿Cuál?
—Venecia— dijo el Kan.
Marco sonrió:
—¿Y de qué otra cosa crees que te hablaba?
El emperador no pestañeó.
—Sin embargo, no te he oído nunca pronunciar su nombre.
Y Polo:
—Cada vez que describo una ciudad digo algo de Venecia.
—Cuando te pregunto por otras ciudades, quiero oírte hablar de ellas. Y de Venecia cuando te pregunto por Venecia.
—Para distinguir las cualidades de las otras, debo partir de una primera ciudad que permanece implícita. Para mi es Venecia.
—Deberías entonces empezar cada relato de tus viajes por la partida, describiendo Venecia tal como es, toda entera, sin omitir nada de lo que recuerdes de ella.

El agua del lago estaba apenas encrespada; el reflejo de cobre del antiguo palacio de los Sung se desmenuzaba en reverberaciones centelleantes como hojas que flotan.
—Las imágenes de la memoria, una vez fijadas por las palabras, se borran —dijo
Polo—. Quizás tengo miedo de perder a Venecia toda de una vez, si hablo de ella. O quizás, hablando de otras ciudades, la he ido perdiendo poco a poco".




(La imagen: La caravane de Marco Polo voyageant vers les Indes, 1375
Scanné de Coureurs des mers, Poivre d'Arvor, Abraham Cresques, Atlas catalan)

6 de mayo de 2015

Un escritorio de roble de nueve cajones. La madera noble me inspira.
¿Era para aquel lado o para este que tenía que ir? la duda, por un segundo, asomada nuevamente a la ventanilla.
Bruna se acuerda de mi abuelo Camilo, fueron sus inquilinos toda, toda la vida hasta tres años despues de su muerte.
Como un puente hacia el pasado.

5 de mayo de 2015

De viaje, todos se van de viaje.

A Salta, a Londres, a Shangai, todos se van.

Yo estoy como Ungaretti: no tengo ganas de tirarme de cabeza en una maraña de calles, déjenme así, como una cosa apoyada en un rincón; me quedo acá disfrutando de este calor suave, y de la plenitud de mis días.


4 de mayo de 2015

Y ya silvina hace un mes que no viene, y en el banco no hay plata, y el pago facil no funciona y de pronto uno siente que vive en un mundo tremendamente frágil, y hasta precario, y parece un milagro que de pronto no se venga todo, todo abajo...

3 de mayo de 2015

Una gran cantidad de gente visita el museo esta tarde, miradas desconfiadas, torpeza en el andar, dificultades para hablar, personas heridas, heridos de guerra, de una guerra sorda, esa guerra cotidiana que arroja a los márgenes a quienes sobran, a quienes no llegan, a quienes quedaron a fuera de todo

El otoño se vuelve áspero por culpa del viento sur. Una calma tibia sin embargo

Una luna inmensa. ¿Se vera igual, del otro lado del mundo?

Todo va dicho claramente.

Las hojas secas en enormes bolsas en la vereda.



1 de mayo de 2015

Hay luces pequeñas que uno enciende, y después las dejás,y pasan cuarenta años, ponele, y te das vuelta, y están encendidas exactamente igual que en aquel momento: luces, miradas, sonidos, sentidos, un beso fugaz bajo la lluvia, por ejemplo, o en el dintel de una puerta...