25 de septiembre de 2010

Casas con fecha













Otra casa datada, 1910, en Castelli 454.

23 de septiembre de 2010

Casas con fecha














En la esquina de Rondeau y 9 de Julio ahy otro local/casa datada: 1910
Seguir la pista de las fechas para encontrar puntos en común en las formas, los ornamentos y materiales.
Hasta ahora encontré cosas escritas sobre construcciones ferroviarias, portuarias, y suntuosos edificios  (municipalidad, catedral, bancos), pero nada sobre las construcciones particulares, de medio pelo, de barrio.



20 de septiembre de 2010

Viva la pappa






Todo nos conduce al mismo punto: esos años de principios de siglo XX.
Por darle el gusto a Nina que se divierte como loca con esta música, arranco con Rita Pavone cantando Viva la pappa (letra de Lina Wertmüller y musica de Nino Rota, 1964), y termino con la novela "Il giornalino di Gian Burrasca", de Luigi Bertelli, seudónimo Vampa, ambientado en 1905 y publicado en 1920.

A diferencia de Pinocchio y del niño de Cuore, este es un pequeño demonio que por decir siempre la verdad y tomar al pie de la letra lo que sus muy burgueses padres y maestros le mandan, además de armar un buen par de líos, desenmascara la hipocresía, el cinismo y la doble moral del mundo adulto.

Es un libro de politica para ¿niños?

Pero este ni se convierte de marioneta en el niño bueno de Collodi, ni en el buen y sensible jovencito de D'Amicis.

(Y sí, este diario empieza el 20 de septiembre, fecha que, hace cien años, acá en Bahía Blanca, no pasaba inadvertida)

Heos aquí la letra y su traducción al pie:
Viva la pa-pa-pappa
 Col po-po-po-po-po-po-pomodoro
Ah viva la pa-pa-pappa
Che è un capo-po-po-po-polavoro
Viva la pa-pappa pa-ppa
Col po-po-pomodor


La storia del passato
Ormai ce l´ha insegnato
Che un popolo affamato
Fa la rivoluzion
Ragion per cui affamati
Abbiamo combatutto
Perciò "buon appetito"
Facciamo colazion


Viva la pa-pa-pappa
Col po-po-po-po-po-po-pomodoro
Ah viva la pa-pa-pappa
Che è un capo-po-po-po-polavoro
Viva la pa-pappa pa-ppa
Col po-po-pomodor


La pancia che borbotta
È causa del complottto
È causa della lotta:
"abbasso il Direttor!"
La zuppa ormai l´è cotta
E noi cantiamo tutti
Vogliamo detto fatto
La pappa al pomodor!


Viva la pa-pa-pappa
Col po-po-po-po-po-po-pomodoro
ah viva la pa-pa-pappa
Che è un capo-po-po-po-polavoro
Viva la pa-pappa pa-ppa
Col po-po-pomodor
Viva la pa-pappa pa-ppa
Col po-po-pomodor!


La historia del pasado
ya nos lo ha enseñado
que un pueblo hambriento
hace la revolución
por eso los que tenemos hambre
hemos luchado
por eso buen provecho
vamos a desayunar

La panza que hace ruido
es la causa del complot
es la causa de la lucha
abajo el director.
La sopa ya esta lista
cantamos todos juntos
queremos dicho y hecho
la papa con tomate

13 de septiembre de 2010

Baudelaire - Los gatos



Los amantes apasionados y los sabios austeros
aman por igual, en su madurez,
a los gatos poderosos y dulces, orgullo de la casa,
que son friolentos como ellos, como ellos sedentarios.

Amigos del saber y del placer
buscan el silencio y el horror de las tinieblas;
el Erebo los habría tomado como corceles fúnebres
si pudieran inclinar, por un servicio, su arrogancia.

Al soñar adoptan ellos las nobles actitudes
de las grandes esfinges reclinadas en fondo del desierto
y que parecen dormir un sueño sin fin.

Sus fecundas ancas están llenas de chispas mágicas,
y partículas de oro, como una arena fina,
constelan vagamente, sus pupilas místicas.


"Les chats", Charles Baudelaire, Les fleurs du mal. Ed de Claude Pichois, Gallimard, 1996.
Empecé con ganas de postear esta foto que le saqué hace unos días al gato blanco del vecino, seguí con ganas de volver a leer y traducir a Baudelaire  y terminé leyéndome un magnífico análisis de este poema escrito por Levi Strauss y Jacobson, acá

6 de septiembre de 2010

Casas con fecha








 





Casas de la primera década del siglo XX: escudos de fantasía, falsos capiteles, y fecha.

2 de septiembre de 2010

Olor a quemado


No sabía si ponerme a llorar, si lanzar una sarta de improperios irreproducibles o esperar pacientemente a que el jarro se termine de derretir del todo.

Supongo que cosas así le pasarán también a poetas laureados, a eruditos filológos, o a artistas contemporaneos.

(Uno no sabe qué argumento inventar para consolarse)