31 de diciembre de 2011

Ekpirosis



Una ekpirosis hogareña.

Contrariando una larga tradición familiar,  acabo de arrojar al fuego un montón de papeles, tarjetas postales, cartas, recortes de diario, hojas de taco de almanaque.

(Aunque no crea en retornos, ni cíclicos, ni eternos)

¡Feliz año nuevo!

29 de diciembre de 2011

Mary

Hoy falleció Mary, una mujer a la que vi solamente una vez en mi vida, hace ya varios años,  a mediados de 2006* pero que dejó en mí una huella para siempre.

Acabamos de entrar con mi padre recién operado - y ya completamente demenciado - a una habitación en el hospital. Él duerme muy profundo, y seguirá así, hasta el día siguiente, sedado y ausente.
En la cama de al lado hay un hombre, en camiseta, y una mujer que lo acompaña. Largas horas de silencio pasan, interrumpidas solo por los regulares cambios de suero, la tos ensangrentada del hombre, alguna frase sin sentido de mi padre. Ella responde con diligencia, sale, vuelve con lo que él le pide, le da consejos de cómo cuidarse cuando vuelva a casa, luego hablan de su hijo y finalmente, el hombre se duerme. Ella acomoda algo de ropa, y se recuesta como puede en esas extrañas sillas de cuerina que suele haber en los hospitales.
Despues de un rato empiezo a conversar con ella.
Me llama la atención - le digo - el apellido, qué extraño, no lo había escuchado nunca por acá, de dónde viene, le pregunto. Ella me cuenta. Y sigue diciendome que hace ya una semana que están ahí, que vamos a ver si sale, que no tiene él otros parientes porque es italiano, y el hijo que vive afuera que ya llega, mañana, pero me aclara, él no es su marido, pero que lo fue hace muchos años, como veinticinco, que tuvieron un hijo, y que después se separaron y ella se volvió a casar, muy feliz con su actual esposo.
Yo la escuchaba, respondiendo solamente breves frases de ocasión, y ella seguía diciendome que tal vez yo pensaba que estaba loca, que, de hecho, muchas personas conocidas le decían que por qué se iba a estar ocupando así de su exmarido, pasándose las noches en el hospital con él, y largas horas del día, también, ayudándolo a comer, a lavarse, y a hacerse las curaciones, pero que ella no iba a dejarlo sabiendo que estaba solo y que estaba enfermo.

- Todo vuelve, me dijo, todo vuelve en bendiciones.

Nosotros al día siguiente nos fuimos. Una semana más tarde leí en el diario el obituario de ese hombre.
Aunque en todos estos años nunca la he olvidado, hace unos meses escribí en facebook ese apellido extraño, y así a través de su hijo, pude saber cómo se llamaba ella, llamarla por teléfono y saludarla.

Todo vuelve, todo vuelve en bendiciones.

* quienes me conocen saben por qué aclaro esta fecha; y también por qué - coincidencia - es significativo que justo hoy cuente yo esta historia.

17 de diciembre de 2011

Masques




Hablábamos sobre las máscaras, hace unos días, con Silvina Urban.
Encontré esto que, según parece, pertenece al manuscrito de las memorias que Giacomo Casanova escribió -en francés- a partir de 1789 mientras era bibliotecario en el castillo ducal de Bohemia.

Los títulos:
Mascarada universal
El tiempo revela todo
Carnaval perpetuo

(Igual no hay que dejarse embaucar por estos títulos que, bajo la apariencia festiva, enmascaran justamente un profundo escepticismo  - aunque igual hay mucha gente que piensa así -:

Nous donnons en deux  aux plus fins
a deviner quel gens nous sommes
fusset sorciers fussent devins
nos masques trompent tous les hommes
ils en seron eux mêmes les témoins
quand le temps leur fera connaître
qu'en tout nous ne sommes rien moins
que ce que nous paroissons être.


Queremos que los demás adivinen quiénes 
somo como si fueran adivinos,
nuestras máscaras engañan a todos los hombres
Ellos mismos serán testigos,
cuando el tiempo se los demuestre,
que, en todo, nosotros no somos nada menos
que lo que aparentamos ser.


¿Por qué me dieron ganas de poner esto acá?
Me gustó el dibujo
Caras intercambiables
Caretas  que me llevan a mis  caritas de piedra
Todos nos enmascaramos de algún modo, para mostrarnos, justamente
(que es lo que dice Silvina, no Casanova)

La imagen la tomé de esta página, a la cual llegué a través de este blog

10 de diciembre de 2011

Jazmín en un jarrito de alpaca


Un jazmín 
Hemos cortado todos los jazmines en lo que queda del jardín en la casa de Viamonte. Igual la semana que viene seguro que va a estar florecido de nuevo. Nada es tan terrible.

El estrépito, tal vez, de tantas muertes deja retumbando un eco que, solo, se va apagando de a poco. Pero cuántas palabras y expresiones suenan ahora solamente a ruido, cuántos de esos gestos ajenos que uno sabe calculados en detalle no lucen más que como tontas pantomimas, cuánta vanidad hiriente que en definitiva no es más que espuma.

No es desolación ni vacío, sino un silencio nuevo, una calma inusitada. 
Todo resuena diferente ahora.
Voy a quedarme aquí junto a mis flores, todavía un poco más.

4 de diciembre de 2011

Caras de piedra en White



En medio del raid fotografico en busca de las casas construidas o refaccionadas por mi abuelo Camilo Ferari (periplo que va desde el centro de Bahía, hasta Villa Mitre, Barrio Noroeste y White), vengo a dar con esta esquina whitense, en Siches y Belgrano.
Desde donde saque la foto no se nota, pero el zoom pone la máscara a mi alcance a la misma distancia que la habrá tenido el escultor/modelista: probablemente solo él (y nosotros ahora) podemos darnos cuénta hacia dónde miran esos ojos perforados en el yeso.

20 de noviembre de 2011

10 de noviembre de 2011

Pasolinaria

A veces hay en nosotros algo
(que conocés bien, es la poesía)
algo oscuro donde se vuelve luminosa

la vida: un llanto interior, una nostalgia
llena de secas, puras lágrimas.
...

PPPasolini,"La Guinea", en Poesia in forma de rosa. Bestemmia II, Garzanti, 1999, p. 620.

31 de octubre de 2011

Cabeza de léón, cara de piedra







Todo junto: casa con fecha (1908), con cara de estuco y con león incluido.
Esta está en White, en la calle Guillermo Torre 3679, frente al galpón de máquinas.
Las caritas empiezan a repetirse.
El león todavía no.

17 de octubre de 2011

8 de octubre de 2011

Sujeto tácito

[Esto es una parte de lo que leí anoche en la Biblioteca Rivadavia, en la lectura de poesía "Poerama". El sujeto (tácito) y el objeto directo es en todos los casos mi padre.]


- Las vacas duermen-,

nos dice mientras caminamos

por el campo nada

se ve en la noche

salvo las estrellas que asoman

entre los álamos apenas

se oye el ruido

del viento en el follaje

los huesos de los animales

muertos resplandecen también

pero no hay aquí, nos tranquiliza,

de esas, malas,

ninguna luz



La luz. ¿Apagamos la luz?

Que no es ahí luz

sino tenue llama de farol a kerosene

y él canta

apaga luz marilu

que yo no puedo dormir

con tanta luz de pronto

el enorme postigón se abre

un resplandor,

un uuuuhhhh nos sobresalta

la linterna se mueve

para un lado y otro, y vemos

encenderse y apagarse

una y otra vez

su rostro

entre las sombras.


Una y otra vez

Como el mar

Como las mareas

En el puerto sube

y baja el agua

junto a los buques

como en un sueño

salobre

sentada en una amarra

sobre sus piernas

una y otra vez

como las olas

mudas quién sabe

si en una de esas

tardes de sol

no empezó a irse

él también

como la barca

se va se va la barca

se va se va el vapor

el lunes por la mañana

también se va mi amor.



Se va, vaya a saber en realidad

cuándo se fue

su voz apagándose en medio

del tumulto, del vértigo

por largo silencio

una débil sombra

por el patio

en el agua

llena de perfume

tardes y tardes

ensimismadas

sobre las lajas lisas

y el césped húmedo quién sabe

cuándo se fue

borrando, lentamente

como la luz entre las ramas

de las parras

al atardecer.

...
Esta noche,


sin saber si me escucha

le canto al oído

como antes

Una mañana muy tempranico

salí del pueblo con mi autico

y como la aurora venía


yo la recibía

cantando como un pajarico

y yo sentía la euforia

de ese amanecer bienvenido

en un perdido camino de tierra

de pueblo, en un auto

pequeño como era el nuestra

con una genuina alegría

como la del pajarico

y ni pensaba en las espigadoras

en los campos de castilla

quejándose

esta mañana muy tempranito

Sali del pueblo con el hatico

Y como entonces la aurora venía

Yo la recibía

Cantando como un pajarito



Piedad


Alza Rosa

el cuerpo tieso, hay temblor

solamente en las manos y los ojos

vueltos hacia el techo blancos

ella sostiene en sus brazos

ese frágil e inconmensurable peso


ya falta poco


¿Apagamos la luz, mejor?

Apaga la luz Marilu

apagá la luz

que ya no puedo dormir

con tanta luz


Los borrachos

en el cementerio

juegan al mus.



Afuera hay una serenata

y todos cantan nosotras no

esperamos


recién

se hizo de noche



se viene

como un pájaro



la aurora


no nos encontrará ya


en ese sitio.

25 de septiembre de 2011

Parvapolis

Recién hoy (después de 7 años) me doy cuenta que una breve entrevista que me hicieron en Roma en febrero de 2004, fue publicada en un diario digital llamado PARVAPOLIS, editado en la ciudad de Latina.

17 de septiembre de 2011

Obstáculo

Una señora (con quien estuve conversando hoy a la tarde) al quedar viuda, hace algunos años, encuentra y ve por primera vez, en esta foto el rostro de la mujer que -ella tiene la certeza- debe haber sido la madre biológica de su marido, y lee esta anotación escrita y firmada por la tía/madre adoptiva (hermana del padre, que -hay que aclararlo- murió varios años después que su hijo):



Un obstáculo para el olvido.

Un niño, hijo de madre soltera, a quien su padre da el apellido a cambio del niño mismo.
Un padre que entrega su niño -recién nacido, de apenas 20 días- a su hermana y a su marido.
Una madre que -hasta donde sabemos- nunca más tuvo noticias sobre su niño.

Mi primer pensamiento fue: qué cruel esta madre adoptiva que escribe una cosa así, llamándola "obstáculo" a esta mujer, ella que era "eso de lo que no se hablaba".
Pero conjeturo ahora: ante el olvido/borramiento que imponen el padre y sus muy estrictas hermanas sobre el origen del niño, la madre adoptiva conserva cuidadosamente la foto, identificándola de un modo oblicuo, rescatándola de algún modo?

Tal vez por eso, esta noche, estamos de nuevo hablando -con emoción- de ella.

13 de septiembre de 2011

La antigüedad soñada

"Nawal El Saadawi, [una notable médica, intelectual y activista egipcia 1931], analiza la falta de identificación de la población de Egipto, predominantemente arabe-musulmana para con la cultura del antiguo Egipto. Ella presenta ese choque en términos de relaciones de poder, históricas y contemporáneas. Saadawi señala cómo, en el contexto egipcio, no es solamente la arqueología, sino también un discurso más elitista, el de la "Egiptología", lo que ha sido puesto al servicio de la imaginación colonial europea. Ella explica que la egiptología es un ejemplo de genocidio cultural o terrorismo en el que una nación entera, su civilización y su filosofía son violentamente reducidos a unas pocas piedras o ruinas."

Beverly Butler, Return to Alexandria. An ethnography of cultural heritage revivalism and museum memory, UCL-California, 2007, 87.

9 de septiembre de 2011

1 de septiembre de 2011

Síntomas

Acaban de poner en un contenedor las bolsas llenas de vestidos, bombachas, tapado de nutria, perchas, electrocardiogramas, potes de crema vacíos, papeles y sobres de una señora de 98 años que vivió hasta ayer en un departamento interno enfrente de mi casa de cuya existencia recién hoy me entero; es decir, lo que queda de lo que varios cartoneros y cirujas, desde ayer a la tarde, han tomado, y lo que yo me resistí a tocar y revolver, pero que sí miré y removí con la punta de mis botas, plantada entre las bolsas como una reina entre la basura, distante pero inquisitivamente.

Las cantidad de bolsas valijas roperos hatos que todavía aguardan ser abiertos, y despachados en la casa de mis padres.

En cama, con fiebre, vuelvo a escanear mentalmente los varios cientos de fotos y cientos de papeles, y de cartas también (aunque todavía no son mas de cien), que llevo digitalizados cuidadosamente desde hace varios meses y como si fuera una cuestión de vida o muerte trato de encontrar el eslabon perdido entre una mujer que llegó hace 120 años con sus ocho hijos a casarse con el mejor amigo de su difunto marido, y sus nietos o bisnietos que me irritan profundamente solo porque no están tan preocupados como yo en resolver urgentemente un tan acuciante dilema

El otro día fui al médico, después de mucho tiempo.

Doctor, ¿qué tengo?

31 de julio de 2011

Convite con torta de manzanas


Torta de manzanas, esa que hace todo el mundo, hecha por Luisa como nunca antes había comido una TAN rica, preparada  especialmente para mí que iba esa tarde a buscar material para el archivo de los trentinos, ligera, tibia, una caricia de mis parientes -primos de mi madre-, de esos que uno ve solo muy de vez en cuando, ella y su marido, juntos hace 62 años, en su casa de Villa Mitre. Ella me decía que cura a distancia, que recibió en ocasiones visitas de alguno de los muertos de familia que volvieron a darle las gracias, que tiene toda la energía positiva en su casa y que cuando esté mal o triste que la llame, y yo le dije que no hacía falta llamarla que ya me llevaba conmigo  el perfume suave de esa torta de manzanas.

30 de julio de 2011

Quién las hacía: un cuaderno de 1928




He aquí que algunas preguntas empiezan a encontrar respuestas.
Seguimos dando vueltas en el galpón, hacia el que migraron, hace 25 años algunos cajones y baúles del galpón de mi abuelo en calle Soler (que era apenas un poco mas chico pero igual de atiborrado)
Sacamos hoy de las profundidades de una caja varios cuadernos manuscritos de mi abuelo Camilo Ferrari que contienen detalles minuciosos de cada una de las casas que construyó entre 1925 y 1936 como contratista.
Ya estoy preparando la lista con las direcciones para ir a ver si queda algo de esas casas. Por ahora, una tarjeta me llamó inmediatamente la atención, y el texto de la página en que esa tarjeta estaba: Todo el frente se revocará imitacion piedra blanca y se ejecutará con mezcla tipo Q. Esto se ejecutará con obreros competente guardando las reglas del arte; las esculturas serán confeccionadas en taller de renombrada capacidad técnica...

28 de julio de 2011

Pieles


Ayer hablábamos con Guillermo Beluso sobre las cinco pieles: la piel propiamente dicha, la ropa que uno usa, las paredes de la casa que uno habita, la ciudad donde uno transita, y finalmente el planeta.
Durante cuarenta años, en cada estación, mis padres -como las chicharras o algunas especies de reptiles- dejaban de usar algunas de sus prendas de vestir, las quitaban de su ropero, y las guardaron, todas, en el galpón, en bolsas, cajas, valijas, cajones.
No bastó haber tenido que depositar en la tierra sus pieles últimas, con distancia solo de 37 días uno de otra; ahora de pronto estamos, mi hermana y yo, recogiendo cada una de sus pieles; de cada prenda podemos decir cuándo la compraron o qué modista o sastre la hizo, o cuándo la usaron. Podemos verla, por unos instantes, a nuestra madre con 25 años, dentro de un diminuto vestido jaqueline o de un trajecito sastre: luego, como relictos momificados, se desarman en medio de una maloliente polvareda de polvillo, guano y telas de araña.

27 de julio de 2011

Mecánico



Mi mecánico favorito, Néstor Iuale. Mi auto y yo, agradecidos.
Èl posó de muy buena gana para la foto.

21 de julio de 2011

Osamenta





Mi auto se rompe en pleno centro, en calle 25 de Mayo y Brown. Mientras espero a la grúa que nos va a llevar, al auto y a mí al taller de mi mecánico favorito, camino. Y he aquí que salen a mi encuentro dos casas - casi contiguas - con caritas en los más deseables y contrapuestos estados: en una, pintada de brillante pintura dorada; quebradas, descarnadas, con sus huesos metálicos expuestos, en la otra.

18 de julio de 2011

Volver a Alejandría



Después de haber dado una mirada a las pocas páginas que el mezquino GoogleBooks me permite, he decidido comprarme inmediatamente este libro de Beverley Butler, Return to Alexandria : An Ethnography of Cultural Heritage Revivalism & Museum Memory, Left Coast Press (California 2007), 9781598741919

Esto dice la reseña de la librería de la Universidad de Leicester
The Bibliotheca Alexandrina was launched with great fanfare in the 1990s, a project of UNESCO and the Egyptian government to recreate the glory of the Alexandria Library and Museum of the ancient world. The project and its timing were curious—it coincided with scholarship moving away from the dominance of the western tradition; it privileged Alexandria’s Greek heritage over 1500 years of Islamic scholarship; and it established an island for the cultural elite in an urban slum.
Beverley Butler’s ethnography of the project explores these contradictions, as well as the challenges faced by Egyptian and international scholars in overcoming them.

La Bibliotheca Alexandrina fue lanzada con bombos y platillos en los 90 como un proyecto de la UNESCO  y del gobierno egipcio para recrear la gloria de la Biblioteca y el Museo de Alejandría del la antigüedad. El proyecto y el momento en que se propone son extraños: concide con el alejamiento académico del predominio de la tradición occidental; privilegia el patrimonio griego de Alejandría por sobre 1500 años de erudición islámica; y establece una isla para una elite cultural en una gran ciuad. Butler, como etnógrafa, estudia las contradicciones de este proyecto, así como los desafíos para los egipcios y los estudiosos para superarlos.

(Por un camino u otro, vuelvo de vez en cuando a Alejandría.)

10 de julio de 2011

Merini - Acariciame

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Acaríciame, amor,

pero como el sol

que toca la dulce frente de la luna.

No vengas vos también a molestarme

con esas tontas preguntas

sobre las huellas de lo divino:

Dios va a llegar al alba

si  estoy yo en ese momento

entre tus brazos.


Otros poemas de Alda Merini, acá

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7 de junio de 2011

Valéry - El cementerio marino, V-VI

V

Así como la fruta se deshace al gozar de ella,
así como transforma su ausencia en delicia
en una boca en la que su forma muere,
yo aspiro aquí mi propio humo,
y el cielo canta al alma ya acabada
la transformación de las orillas en sonido.

VI

Hermoso cielo, verdadero cielo, mirame cómo cambio!
Después de tanto orgullo, después de tan extraño
ocio, pero lleno de poder,
yo me abandono a ese brillante espacio,
sobre las casas de los muertos va mi sombra
que me calma con su suave andar.

La traducción es mía, a partir del texto francés de la edición bilingüe de  de Paul Valery, El cementerio marino, Alianza Editorial, Madrid, 1998, p 45-46.

5 de junio de 2011

Convite con focaccia y tarta de albahaca, y conversación sobre las (¿falsas?) ruinas de Ceuta


Anoche vino Guillermo Beluso con su hija Vera, y comimos focaccia con aceitunas negras que cocinó él mismo, y la tarta de albahaca y ricota que preparé en base a una receta de Artemisia. *
Conversábamos sobre maquetas, escenografías y algunos de los trabajos de Guillermo durante su estadía en España:
- Hicimos las ruinas de Ceuta, por ejemplo, con todo un dispositivo para mirarlas desde arriba.
- ¿Cómo que hicimos?, salté impulsada por el enano fetichista que en algún lugar me habita
- Sí, con telgopor y otros materiales, sobre la base de los planos que daban la ubicación exacta del sitio y la medidas de los edificios.

¿Se puede decir que son "falsas"? ¿Junto a cuántos monumentos y piezas de telgopor nos habremos sacado fotos? ¿Es por eso menos antigua o más verdadera esa historia que creemos estar reconstruyendo en nuestra imaginación cuando viajamos?

(Y justo hoy, sobre esta cuestión, escribe Daniel Link en su blog. Vayan a leerlo.)

Hubo también empanadas de carne y de pollo; y postre de manzanas y avena, pero no íbamos a poner todo eso en  la foto.

4 de junio de 2011

Medida


Vaya a saber por qué me llegaron a parecer reconfortantes estos cuatro mosaicos en un lugar inmenso, con inmensos ventanales e inmensas máquinas cubiertas de inmensas cantidades de tierra y guano de paloma.

29 de abril de 2011

Ungaretti - Recuerdo de Africa

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El sol arrebata la ciudad


Ya no se ve nada


Ni siquiera las tumbas resisten mucho
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Traducido de Giuseppe Ungaretti, L'Allegria, en  Vita di un uomo - Tutte le poesie, Mondadori, Milano, 1977, p 11.

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25 de abril de 2011

Febo asoma, punto y coma



Si le hubiera pedido una foto a él, no me me hubiera dado esta. Me habría dado una foto de cuando hizo el servicio militar como granadero entre 1950 y 1952. Tal vez por eso le gustaba cantar así la marcha de San Lorenzo:

Febo asoma, punto y coma,
los zapatos de mi abuela son de goma
y los míos son de acero
para darle mas trabajo al zapatero

No tengo muchas otras a mano, pero esta, aunque sea una foto carnet, me gusta mucho. A los 51 años, espléndido, Victor, en el mes de diciembre de 1982.
(tal vez el efecto del plastificado sobre la foto y la granulosidad que produce la ampliación, acentúan la impresión de estar mirando una imagen muy muy remota)

No voy a eliminar la etiqueta amens de estos textos sobre su larga y terrible enfermedad. Pero amens, en rigor no es la palabra que definía su estado, sino demens como bien sabían los médicos que lo diagnosticaron a fines de 2003. Ahora voy a agregar otra etiqueta, Víctor, como para que en estos pequeños recuerdos pueda también hacer honor a su nombre.

24 de abril de 2011

Kavafis - Itaca

Cuando emprendas el viaje hacia Itaca
ruega que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
A los Lestrigones, a los Cíclopes
o al fiero Poseidón, nunca temas.
No encontrarás trabas en el camino
si se mantiene elevado tu pensamiento y es exquisita
la emoción que toca el espíritu y el cuerpo.
Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes,
ni al feroz Poseidón has de encontrar,
si no los llevas dentro del corazón,
si no los pone ante tï tu corazón.


Ruega que sea largo el camino.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que - ¡con qué placer! ¡con qué alegría! -
entres en puertos nunca antes vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finas mercancías
madreperla y coral, ámbar y ébano,
y voluptuosos perfumes de todo tipo,
tantos perfumes voluptuosos como puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
para que aprendas y aprendas de los sabios.

Siempre en la mente has de tener a Itaca.
Llegar allá es tu destino.
Pero no apresures el viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que ya viejo llegues a la isla,
rico de todo lo que hayas guardado en el camino
sin esperar que Itaca te de riquezas.
Itaca te ha dado el bello viaje.

Sin ella no habrías aprendido el camino.
No tiene otra cosa que darte ya.
Y si la encuentras pobre, Itaca no te ha engañado
sabio como te has vuelto con tantas experiencias,
habrás comprendido lo que significan las Itacas.


Para mi padre, Víctor, que acaba de llegar a destino, y para mí y para ustedes también.
La traducción está tomada del blog de Gabi Romano

17 de abril de 2011

Ungaretti - Se está como

Se está como
en otoño
en los árboles
las hojas.

Si sta come
d'autunno
sugli alberi
le foglie





Aprendí este poema de Ungaretti cuando tenía 17 años.
Nunca pensé, hasta ahora, que iba a volverse así, literal, alguna vez.
Ahí está Víctor, mi padre, en su lecho, hoja de otoño.

Esta es la casa de Fossat, frente a la mía, y así lucían hoy a la tarde los tilos de la vereda.
Así se veían estos tilos en primavera.

(perdón por la ilustración, perdón por la referencia tan personal y directa, y por la analogía tan evidente.)


El poema me lo se de memoria, desde siempre, pero está, para quien quiera cerciorarse lo puede encontrar en  Giuseppe Ungaretti, Vita d'un uomo - Tutte le poesie,Mondadori, Milano, 1977, p. 87.

11 de abril de 2011

Temporada de membrillos


Foto: Victoria De Angelis



Ayer mi hermana me trajo de Ascasubi, del membrillero que está frente a la tapera, una bolsa llena de membrillos.
Hice dulce, a la noche, así sin muchas vueltas, los membrillos cortados en cubitos, una olla casi llena y unos 800 gramos de azucar y al fuego bien lento, dos horas, más o menos, hasta que los cubitos amarillos se volvieron rojos como la sangre y bien espesos.
Y la pasta frola no me sale todavía para la foto, pero sí para el estómago: desmenuzo 150 gramos de margarina con medio kilo de harina y bastante azúcar; a esa arenilla le agrego un huevo y una yema, y esencia de vainilla.

Saben a otoño en el campo, a recorrido en el Fiat entre los álamos mientras por la radio Nicola di Bari cantaba "Por ejemplo, me gusta robarme las peras maduras el aire cansado,  las flores silvestres...";  son duros de pelar, llenos de recovecos, de semillas ásperas y a veces también, de bichos, y tienen una consistencia que solo después de varias horas de fuego puede llegar a volverse placentera al paladar.

10 de abril de 2011

Elisa


Esta es la razón por la que no sé muy bien cómo seguir escribiendo aquí: hace veinte días falleció mi madre, Elisa Ferrari.

Esta foto nunca antes la habíamos visto. Está sacada en febrero de 1960, ella tiene casi veintiun años. Se ve que está en la playa y el sol la encandila un poco.

El domingo 17, a las 18 hs, vamos a hacer una celebración para recordarla, en la capilla del colegio María Auxiliadora (entrando por Gorriti), con soprano y todo.

Tejidos


A Elisa, mi madre, le`pusieron ese nombre en honor de su abuela materna, Elisa Alberti.
No estoy del todo segura si esta manta la hizo Elisa Alberti, o mi abuela Emma, allá en Poia, en el Trentino, en l norte de Italia, antes de venir a la Argentina 1928.
(Ahora ya no tengo a quién preguntar estas cosas).
Pero hace mucho, sobre esta u otra manta parecida, el tío Abramo (hermano de Emma) me contó esto:

La manta de Emma
El telar lo hicieron con un taladro viejo, mi padre lo compuso y lo instaló en el establo porque allí con la humedad de los animales se conservaba mejor la madera. La hermana Emma era la encargada de confeccionar las telas que se usaban después en la cama. Eran muy duras, se hacían con el cáñamo que se cultivaba ahí mismo, se ataban en manojo, cuando estaban bien secas se metían en un pozo con agua, con un peso encima para que se aplasten. Se lo levantaba, cuando estaba seco se machucaba, quedaba la fibra entera, salía el tallo y quedaba la fibra, se hacía un proceso con clavos de punta como quien carda la lana, se lo trabajaba de continuo.
Y  después se hilaba con la "molinella", con el "fuso", se lo ponía a ... no sé como se llama, ya no me acuerdo más, el telar con una espoleta de aquí y otra de allá. Para bordar las letras compraban los hilos de colores, y esa pobre muchacha con los pedales, había que levantarlo y apretar la parte de arriba y de abajo, y dele nomás, era ligerita. A veces se cortaba, entonces hay que enhebrarlo, si no sale cortado.


Cuando hacían "le lenzuola", las sábanas, como eran telas tan ásperas, las teníamos que amansar nosotros, los muchachos jóvenes. Y ahí se iba a la cama, no con piyama y calzoncillos, con una camisetita, no más, que duerman, después, cuando estaban blandas esas sábanas se las pasaban a los padres.


Hace unos años, antes de que conociéramos esta historia, mis padres trajeron del campo una bolsa llena de lana de oveja recién esquilada, los vellones crudos. Y una noche (y siguió luego durante varios meses) Elisa, mi madre, se armó un huso manual con una varilla y una base y se puso a hilar lana, a mano, e hizo ovillos muchos ovillos, de lana gruesa y también de lana más finita, y eso era en una época en que había problemas (no recuerdo cuáles) y después tejió pulloveres para ella y también para nosotras, así de lana color crudo, hilada a mano, en casa, y yo el pullover todavía lo tengo, pero me duele, me duele la lana, me duele el huso ese que todavía está en el galpón, me duelen las espinitas que se clavaba todo el tiempo en los dedos mientras hilaba (porque era lana cruda, esquilada así con tijera, de ovejas del campo, llenas de yuyo y abrojo), me duelen las manos engrasadas de grasa de lana cruda, y el olor viscoso que les quedaba, me duele el pullover que está ahí en el lavadero a medio destejer y que cuando lo empecé a deshacer un día que estaba enojada con ella tuve que dejar porque en medio de la bronca empecé a preguntarme ¿vas a tener coraje de tirar esa lana? ¿ o de tejerla de nuevo?.

En la foto, Nina Testoni, ignara de todo esto.

Ñoquis


De los cajones de la cocina de Elisa vino este histórico artefacto para hacer ñoquis. Los míos obviamente, son de paquete (pre-mezcla), no hechos con papa leche y harina.
Igual, ya hacía mil años que nadie lo usaba.
Ahora estos se están hirviendo en la olla, por eso este post es corto.
Me voy a colarlos y a comer.

27 de marzo de 2011

Masque




Esta cara está en Las Heras 257.

Quienes conocen Bahía Blanca saben dónde está, aunque nunca la hayan visto.
La expresión ambigua, desconcertante de esta carita me produjo en ese momento un extraño desasosiego. Pero a esa hora , cuando saqué las fotos, la espera aún no era incierta, e ignorábamos lo que, muy cerca de ahí y en muy pocas horas, estaba a punto de ocurrir.

24 de marzo de 2011

Conversación sobre panqueques

Cómo hacer la masa, cómo darlo vuelta, con qué rellenarlo.

Teníamos tantos otros temas para hablar, Elisa y yo, Natalia y yo
Pero, voilà, fue ahi, hablando de panqueques, que con la una y otra, nos encontramos.


A Elisa no le gustaba cocinar y si lo hacía era por obligación. Admiraba a las buenas cocineras, pero para ella era casi un orgullo no saber hacer una torta sin receta. Sabía hacer cosas ricas (ñoquis caseros, guiso de mondongo, bacalao a la española) pero ya hacía un montón de años que saboreábamos solo el recuerdo de las pocas veces que había preparado esos platos. Tenía todos los utensilios e implementos de cocina que toda buena ama de casa debía tener, pero últimamente lo único que usaba era el horno microondas.
Y sin embargo uno de los más agradables puntos de encuentro y de conversación con ella en estos últimos años fueron las recetas, las fotos y los convites de un espléndido blog de cocina, el de Artemisia Comina.
Ella igual no cocinó nada.
Yo probé algunas recetas, inventé otras, hice experimentos, la llamé varias veces para preguntarle por improbables posibles variaantes, y nos divertimos juntas con eso, lo que no es poco.

11 de marzo de 2011

Una mañana muy tempranico

Cuando era chica, mi papa me cantaba:

Una mañana muy tempranico
salí del pueblo con mi autico
y como la aurora venía 
yo la recibía
cantando como un pajarico.

Me imaginaba a alguien que muy temprano salía con su auto, y contemplaba feliz el amanecer.
Cuando me interesó saber de dónde había salido esa canción, qué era, él ya no podía decirme nada en concreto.
Recién acabo de recibir esto:



Las Espigadoras, de la Zarzuela "La Rosa del Azafrán", de Jacinto Guerrero, estrenada en Madrid el 14 de marzo de 1930. Encuentro también que es parte de la música tradicional de Castilla-La Mancha, como mi abuelo Miravalles, aunque él hacía ya veinte años por lo menos que andaba dando vueltas por la Argentina. Lo más probable es que, como todos acá, él y mi papá la hayan escuchado por radio. La letra dice así:


Esta mañana muy tempranico
salí del pueblo con mi hatico
Y como entonces la aurora venía
yo la recibía cantando como un pajarico. 

Por los carriles de los rastrojos
soy la hormiguita de los despojos
y como tiene muy buenos ojos
espigo a veces de los manojos.

¡Ay ay ay! qué trabajo nos manda el Señor
levantarse y volverse a agachar
todo el día a los aires y al sol.
¡ay ay ay! ten memoria de mí, segador
no arrebañes los copos de mies
que detrás de las hoces voy yo.


La espigadora con su esportilla
hace la sombra de la cuadrilla
sufre espigando tras los segadores
los mismos sudores
del hombre que siega y que trilla
la espigadora con su esportilla

En cuanto suenan las caracolas
por esos trigos van ellas solas
y se engalanan con amapolas
con abalorios y agueripolas .






Qué sabía yo que esa era la letra. Nosotras, con Nina, hicimos nuestra propia versión diciendo:


Una mañana muy tempranaco
salí del pueblo con mi autaco
y como la aurora venía yo la recibía
cantando como un pajarraco

6 de marzo de 2011

Carita sonriente


Fitz Roy 357

Ellos se juntan

Cuando terminó de armar el ropero recién restaurado en la habitación de Nina, Cristian Jungblut bajó y mientras conversabamos, algunos libros de nuestra biblioteca llamaron su atención.

[esta es la reconstrucción libre de una conversación que duró el tiempo que se tarda en auto en ir desde mi casa hasta Villa Mitre casi Barrio Anchorena]

Yo: vienen de una biblioteca expósita, una biblioteca con ediciones de principios de siglo, novela, poesía, sociología, historia de la literatura, ofrecida en una mesita ratona, a quien quiera llevársela, los úlitmos relictos de una biblioteca que, sabemos, supo tener varios miles de volúmenes. Me traje lo más que pude.  Algunos de estos los compré en el mercado de pulgas, a 5 pesos, con el sello de la institución y todo.

El: lo mismo pasó en la escuela de alemán. Cuando la señora que durante años tuvo la llave de esos tres armarios de biblioteca se retiró, sacaron en cajas libros y libros, la mayor parte en letras góticas. Qué van a hacer con los demás? ¿Me los puedo llevar? Los iban a llevar a Braile, para hacer pasta de papel como hicieron con los que ya sacaron antes. Llevé varias cajas. Los tengo en mi casa.

Yo: Claro, como la biblioteca de la Fraternidad. Me llamaron para que fuera a buscar dos tomos de un manual de locomotoras y volví al museo con veinticinco cajas de libros - mueble incluido: toda la literatura anarquista de principios de siglo que se leía en White, novelas (Zolá, el más popular lejos), enciclopedias, filosofía, historia, ediciones, en su mayor parte, anteriores a 1950

El: un día me llamaron de la casa de una señora, en calle Alem, cerca del teatro municipal, que tenía muchísimos libros en alemán, libros de antes de la segunda guerra (mein kampf  en dos tomos) y no sabían qué hacer con ellos. Varios de esos libros me los llevé a mi casa.

Yo: esta conversación es muy graciosa parecemos dos pescadores, a ver quién le mata el punto al otro, quién salvó la mejor biblioteca. Yo te juro que es verdad todo lo que te conté.

El: y en Pigué en la casona frente al museo, estaban desocupando el depósito, que según parecía estaba lleno de basura y latas de pintura que los recolectores no habían podido llevarse porque la encargada no encontraba la llave. Cuando fui yo, por otros motivos, la mujer nos abrió la puerta: estaba ahí toda la biblioteca de un señor francés [me dijo el apellido, pero no lo recuerdo], ediciones de 1850, algunos perfectamente conservados, otros cuando los sacabas del paquete parecían guirnaldas. Los clasificamos con mi señora, según el estado en el que están y los tengo ahí en paquetes.

Yo: justamente este señor enfrente de mi casa tiene una enorme biblioteca y no sabe qué hacer con ella. ¿Qué se hace con esos libros? Este señor piensa que podría donarlos a una escuela, pero ¿qué niño consulta hoy El tesoro de la Juventud? ¿Cuántos ejemplares podemos llegar a juntar vos o yo en nuestras casas?

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En todos estos casos el objetivo de esas razzias fue "hacer espacio"
La mayor parte de los libros de esas bibliiotecas está destinada al fuego, o a convertirse en pasta para papel reciclado.

Espacios enmudecidos.
Ratas gorditas.
En mi casa circulan esporas y textos bastante extraños.

(los libros no había por qué eliminarlos. Googleo "hongos en libros antiguos" y esto es lo primero que aparece, oh casualidad)

4 de marzo de 2011

Bocado

Ël mastica despacio, y habla, como si conversara con alguien.
Una de las chicas, al oirlo, se acerca y llama en seguida a la ambulancia.

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"No pudimos hacerle los puntos, dice la doctora de guardia, porque no quedaba en la yema de ese dedo índice nada que suturar".

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Pa, ¿tenés hambre?

20 de febrero de 2011

Más caritas

Berutti 485



Darregueira 541 (el constructor es Guerino Palma)

16 de febrero de 2011

Brindis



Con él, que siempre fue muy entendido y exigente en el tema, esto fue lo más parecido a un brindis que pudimos hacer para festejar sus 80 años.

Cave Leonem




Cabezas de león en oferta.
(Daría la impresión que están hechas con el mismo molde que la cabecita de león de Castelli 567)
Una espectacular casa en 9 de julio 486, del arquitecto Humberto Manfrin (el mismo de la Cooperativa Ferroviaria en Rondeau 756, el Almacén Ingles -donde está la Cooperativa del Centro en Belgrano, la esquina de Castelli y Roca).

5 de febrero de 2011

Baudelaire - La belleza

Soy bella, mortales, como un sueño de piedra
y mi pecho, donde todos en algún momento se golpearon,
está hecho para inspirar al poeta un amor
eterno y mudo como la materia.

Reino en el cielo como una esfinge incomprendida;
uno un corazón de nieve a la blancura de los cisnes;
odio el movimiento que cambia de lugar las líneas,
y jamás lloro ni jamás río.

Los poetas, ante mis gestos ampulosos
que parecen tomados de los más nobles monumentos,
consumirán sus días haciendo estudios rigurosos;

porque tengo, para fascinar a esos dóciles amantes
unos espejos puros que a todas las cosas las vuelven más bellas:
mis ojos, mis amplios ojos de claridad eterna.


La traducción de este poema, La beauté es mía, a partir del texto tomado de Charles Baudelaire, Les fleurs du mal. Edition de Claude Pichois, Gallimard, Paris, 1996. 
Con el último verso me ayudó Muriel Daumal ¡merci beaucoup!

1 de febrero de 2011

Tilos en Moreno y Tucumán (Requiem para la casa Miranda-Fossat)


Fotos: gentileza de Jorge Fossat

Cuando vino a vivir a su casa nueva Juan Carlos Miranda, -vice director de la Escuela de Comercio- y su esposa -directora de la escuela 5-  con sus hijas, en ese momento, recién comenzaba a tomar forma y vegetación la plaza Pellegrini (que había sido cementerio hasta 1885 y corralón municipal después, casa hecha con dinero propio y un crédito del Banco Hipotecario, en 1921, y diseñada por el estudio de Fernandez Long y Marseillan,

Tampoco cuando nació su nieto Jorge, quince años más tarde. Todavía en esos años los placeros guardaban sus herramientas de trabajo en el jardín de la casa de Miranda, y también supieron arrumbar allí, cuando se hizo una importante remodelación, varios ataúdes que emergieron de las entrañas de la plaza.

Recién en los años 40, plantaron tilos en el frente de esta casa, según cuenta Jorge Fossat:



Todavía tiemblan, pero...  tal vez, ellos sean los únicos que sobrevivan a las picotas inminentes.


Toda esta información, así como las fotos, me fue proporcionada por el hasta ahora dueño de casa, Jorge Fossat. Las fotos de las entradas que siguen las tomé yo, allí, esta tarde. La entrevista y el registro es mío, la edición del video la hizo Nicolás Testoni.

Por dentro