3 [62] La filología, como conocimiento del mundo antiguo no puede, por supuesto, durar para siempre, su material se agota. Lo que no puede agotarse es el ajuste siempre nuevo que cada época hace con el mundo clásico, midiéndonos a nosotros mismos con él. Si la tarea del filológo fuera entender mejor su propia época a través de la antiguedad, entonces su tarea sería eterna.
Esta es la antinomia de la filología. El mundo antiguo siempre fue comprendido solamente en términos del presente - ¿y debería el presente ahora ser entendido en términos del mundo antiguo?
Más precisamente: los hombres explicaron el mundo antiguo en términos de su propia experiencia, y en base a lo que han obtenido del mundo clásico de ese modo han valorado y evaluado su propia experiencia. Por eso, la experiencia es, claramente un prerequisito absoluto para un clacisista. Lo que significa: un clasicista primero debe ser adulto, solo entonces va a ser creativo como clacisista. De esto se desprende que solo las personas mayores están aptas para ser clacisistas, solo si ya no era ya un clasicista en el período de su vida más rico en expriencias.
Pero en general: solo a travez del conocimiento del presente se puede adquirir la inclinación hacia la antigüedad clásica. Sin ese conocimiento, de dónde podría venir la inclinación? Si observamos qué pocos filólogos hay - aparte de los que se ganan la vida con eso- podemos apreciar como las cosas realmente se sostienen con esa inclinación hacia la antigüedad. Casi no existe, ya que no hay filólogos desinteresados.
Esta es entonces nuestra tarea: sobreponernos a la influencia de la filología. Quiere decir: reducir la profesion de los filólogos; dudar si los jóvenes deben o no conocerla. Crítica al filólogo. El valor del mundo antiguo: se hunde con ustedes. ¡Qué bajo deben haber caido, ya que tiene tan poco valor ahora!
Este texto está traducido de "Nietzsche: Notes for We Philologists", Arion, The Boston University Press, 1974, pp 296-297.
No hay comentarios:
Publicar un comentario