31 de diciembre de 2011

Ekpirosis



Una ekpirosis hogareña.

Contrariando una larga tradición familiar,  acabo de arrojar al fuego un montón de papeles, tarjetas postales, cartas, recortes de diario, hojas de taco de almanaque.

(Aunque no crea en retornos, ni cíclicos, ni eternos)

¡Feliz año nuevo!

29 de diciembre de 2011

Mary

Hoy falleció Mary, una mujer a la que vi solamente una vez en mi vida, hace ya varios años,  a mediados de 2006* pero que dejó en mí una huella para siempre.

Acabamos de entrar con mi padre recién operado - y ya completamente demenciado - a una habitación en el hospital. Él duerme muy profundo, y seguirá así, hasta el día siguiente, sedado y ausente.
En la cama de al lado hay un hombre, en camiseta, y una mujer que lo acompaña. Largas horas de silencio pasan, interrumpidas solo por los regulares cambios de suero, la tos ensangrentada del hombre, alguna frase sin sentido de mi padre. Ella responde con diligencia, sale, vuelve con lo que él le pide, le da consejos de cómo cuidarse cuando vuelva a casa, luego hablan de su hijo y finalmente, el hombre se duerme. Ella acomoda algo de ropa, y se recuesta como puede en esas extrañas sillas de cuerina que suele haber en los hospitales.
Despues de un rato empiezo a conversar con ella.
Me llama la atención - le digo - el apellido, qué extraño, no lo había escuchado nunca por acá, de dónde viene, le pregunto. Ella me cuenta. Y sigue diciendome que hace ya una semana que están ahí, que vamos a ver si sale, que no tiene él otros parientes porque es italiano, y el hijo que vive afuera que ya llega, mañana, pero me aclara, él no es su marido, pero que lo fue hace muchos años, como veinticinco, que tuvieron un hijo, y que después se separaron y ella se volvió a casar, muy feliz con su actual esposo.
Yo la escuchaba, respondiendo solamente breves frases de ocasión, y ella seguía diciendome que tal vez yo pensaba que estaba loca, que, de hecho, muchas personas conocidas le decían que por qué se iba a estar ocupando así de su exmarido, pasándose las noches en el hospital con él, y largas horas del día, también, ayudándolo a comer, a lavarse, y a hacerse las curaciones, pero que ella no iba a dejarlo sabiendo que estaba solo y que estaba enfermo.

- Todo vuelve, me dijo, todo vuelve en bendiciones.

Nosotros al día siguiente nos fuimos. Una semana más tarde leí en el diario el obituario de ese hombre.
Aunque en todos estos años nunca la he olvidado, hace unos meses escribí en facebook ese apellido extraño, y así a través de su hijo, pude saber cómo se llamaba ella, llamarla por teléfono y saludarla.

Todo vuelve, todo vuelve en bendiciones.

* quienes me conocen saben por qué aclaro esta fecha; y también por qué - coincidencia - es significativo que justo hoy cuente yo esta historia.

17 de diciembre de 2011

Masques




Hablábamos sobre las máscaras, hace unos días, con Silvina Urban.
Encontré esto que, según parece, pertenece al manuscrito de las memorias que Giacomo Casanova escribió -en francés- a partir de 1789 mientras era bibliotecario en el castillo ducal de Bohemia.

Los títulos:
Mascarada universal
El tiempo revela todo
Carnaval perpetuo

(Igual no hay que dejarse embaucar por estos títulos que, bajo la apariencia festiva, enmascaran justamente un profundo escepticismo  - aunque igual hay mucha gente que piensa así -:

Nous donnons en deux  aux plus fins
a deviner quel gens nous sommes
fusset sorciers fussent devins
nos masques trompent tous les hommes
ils en seron eux mêmes les témoins
quand le temps leur fera connaître
qu'en tout nous ne sommes rien moins
que ce que nous paroissons être.


Queremos que los demás adivinen quiénes 
somo como si fueran adivinos,
nuestras máscaras engañan a todos los hombres
Ellos mismos serán testigos,
cuando el tiempo se los demuestre,
que, en todo, nosotros no somos nada menos
que lo que aparentamos ser.


¿Por qué me dieron ganas de poner esto acá?
Me gustó el dibujo
Caras intercambiables
Caretas  que me llevan a mis  caritas de piedra
Todos nos enmascaramos de algún modo, para mostrarnos, justamente
(que es lo que dice Silvina, no Casanova)

La imagen la tomé de esta página, a la cual llegué a través de este blog

10 de diciembre de 2011

Jazmín en un jarrito de alpaca


Un jazmín 
Hemos cortado todos los jazmines en lo que queda del jardín en la casa de Viamonte. Igual la semana que viene seguro que va a estar florecido de nuevo. Nada es tan terrible.

El estrépito, tal vez, de tantas muertes deja retumbando un eco que, solo, se va apagando de a poco. Pero cuántas palabras y expresiones suenan ahora solamente a ruido, cuántos de esos gestos ajenos que uno sabe calculados en detalle no lucen más que como tontas pantomimas, cuánta vanidad hiriente que en definitiva no es más que espuma.

No es desolación ni vacío, sino un silencio nuevo, una calma inusitada. 
Todo resuena diferente ahora.
Voy a quedarme aquí junto a mis flores, todavía un poco más.

4 de diciembre de 2011

Caras de piedra en White



En medio del raid fotografico en busca de las casas construidas o refaccionadas por mi abuelo Camilo Ferari (periplo que va desde el centro de Bahía, hasta Villa Mitre, Barrio Noroeste y White), vengo a dar con esta esquina whitense, en Siches y Belgrano.
Desde donde saque la foto no se nota, pero el zoom pone la máscara a mi alcance a la misma distancia que la habrá tenido el escultor/modelista: probablemente solo él (y nosotros ahora) podemos darnos cuénta hacia dónde miran esos ojos perforados en el yeso.