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“¿Y si la bóveda de nuestro cerebro fuera la campana de una chimenea ahumada por nuestros negros pensamientos llenos de tizne?
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A lo largo de los años de nuestra vida nunca hemos rasqueteado ese hollín tenebroso”.
…Es cierto que nosotros sentíamos que la campana de nuestro cerebro se ahumaba con pensamientos llenos de tizne mientras nuestro corazón llameaba con lenguas rojizas de incendio.
La imagen y el texto (que yo misma traduje) están tomados de MASI, Alessandro (ed), Zig Zag. Il romanzo futurista. Textos de Soffici, Corra, Conti, Ginna, Benedetta, Spiridigliozzi, Sanzin y Marinetti, Il Saggiatore, Milano, 2009, p 174-175
2 comentarios:
Ana, no conocía tu blog. Llegué por el de Marina Ykz. Me gusta. Es como un lugar donde está lo íntimo pero mirado desde lados que nunca aprecen. Abrazo, A
Bienvenida, Ana, y gracias por esto que me decís. Un beso
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