10 de octubre de 2009

Desasosiego empático


Vista de (lo que queda de) el galpón de montaje de los Talleres Bahía Blanca Noroeste
tomada desde un hueco del paredón de calle Malvinas, junto al dibujo con el que los vecinos del barrio piden la apertura de la calle Blandenguez.


¿Desde dónde contar, representar y escribir este horror? ¿Con qué lenguaje?
¿Qué tengo que ver yo, qué tiene que ver mi familia con esta historia, con estas personas a las que entrevisto y que me cuentan? ¿Por qué siento la necesidad de indagar, conocer, contar esto que fue, este desastre, lo que pasa ahora con todos los que estuvieron ahí?

¿Cómo hacer para no quedar atrapada en la versión de un pasado recortado por la distancia, idealizado por la propia nostalgia de la juventud de quienes hablan, mistificado por el contraste con un historia reciente que a duras penas pueden decir? ¿Cuánta resistencia interna hay que oponer a los relatos minucisamente apocalípticos para seguir pensando que sí vale la pena tratar de entender y decir qué fue lo que pasó?

¿Cómo contrarrestar las explicaciones exaltadas, moralizantes y asbolutas (tipo "los argentinos somos así, no podemos tener nada", "los políticos son todos unos hijos de puta", "todo esto venía de arriba, qué podíamos hacer"), los desplazamientos tranquilizadores (por ejemplo, espantarse por los edificios mismos en ruinas ), y los juegos de victimización/demonización de quienes tuvieron que ver en esto?

¿Cómo contrarrestar lo más fuerte, lo más pregnante, lo más cómodo para todos, con respecto a este tema, cómo contrarrestar la tendencia al borramiento y al olvido?

2 comentarios:

Karen dijo...

La única resistencia posible, es la de contar.
La única falta, el desasosiego más extremo sería, al menos para mí, ser un desaparecido en el propio paisaje...
(y que la "historia mía" no pueda ya ser la historia de nadie)
un ensayo ( o el estreno) de respuesta a cómo contrarrestar la tendencia al olvido y al borramiento, creo que eso es tu texto Ana, entre muchas, pero muchas otras cosas.
Cariños

Ana Miravalles dijo...

Ser un desaparecido en el propio paisaje, en unpaisaje en el que casi todo tiende a borrarse, diluirse, estandarizarse: le has puesto palabras a un aspecto de esta cuestión y desde un punto de vista en elque no me había parado a pensar. ¡Gracias!