Un niño, hijo de madre soltera, a quien su padre da el apellido a cambio del niño mismo.
Un padre que entrega su niño -recién nacido, de apenas 20 días- a su hermana y a su marido.
Una madre que -hasta donde sabemos- nunca más tuvo noticias sobre su niño.
Mi primer pensamiento fue: qué cruel esta madre adoptiva que escribe una cosa así, llamándola "obstáculo" a esta mujer, ella que era "eso de lo que no se hablaba".
Pero conjeturo ahora: ante el olvido/borramiento que imponen el padre y sus muy estrictas hermanas sobre el origen del niño, la madre adoptiva conserva cuidadosamente la foto, identificándola de un modo oblicuo, rescatándola de algún modo?
Tal vez por eso, esta noche, estamos de nuevo hablando -con emoción- de ella.
1 comentario:
Fuerte muy fuerte
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