[Esto es una parte de lo que leí anoche en la Biblioteca Rivadavia, en la lectura de poesía "Poerama". El sujeto (tácito) y el objeto directo es en todos los casos mi padre.]
- Las vacas duermen-,
nos dice mientras caminamos
por el campo nada
se ve en la noche
salvo las estrellas que asoman
entre los álamos apenas
se oye el ruido
del viento en el follaje
los huesos de los animales
muertos resplandecen también
pero no hay aquí, nos tranquiliza,
de esas, malas,
ninguna luz
La luz. ¿Apagamos la luz?
Que no es ahí luz
sino tenue llama de farol a kerosene
y él canta
apaga luz marilu
que yo no puedo dormir
con tanta luz de pronto
el enorme postigón se abre
un resplandor,
un uuuuhhhh nos sobresalta
la linterna se mueve
para un lado y otro, y vemos
encenderse y apagarse
una y otra vez
su rostro
entre las sombras.
Una y otra vez
Como el mar
Como las mareas
En el puerto sube
y baja el agua
junto a los buques
como en un sueño
salobre
sentada en una amarra
sobre sus piernas
una y otra vez
como las olas
mudas quién sabe
si en una de esas
tardes de sol
no empezó a irse
él también
como la barca
se va se va la barca
se va se va el vapor
el lunes por la mañana
también se va mi amor.
Se va, vaya a saber en realidad
cuándo se fue
su voz apagándose en medio
del tumulto, del vértigo
por largo silencio
una débil sombra
por el patio
en el agua
llena de perfume
tardes y tardes
ensimismadas
sobre las lajas lisas
y el césped húmedo quién sabe
cuándo se fue
borrando, lentamente
como la luz entre las ramas
de las parras
al atardecer.
...
Esta noche,
sin saber si me escucha
le canto al oído
como antes
Una mañana muy tempranico
salí del pueblo con mi autico
y como la aurora venía
yo la recibía
cantando como un pajarico
y yo sentía la euforia
de ese amanecer bienvenido
en un perdido camino de tierra
de pueblo, en un auto
pequeño como era el nuestra
con una genuina alegría
como la del pajarico
y ni pensaba en las espigadoras
en los campos de castilla
quejándose
esta mañana muy tempranito
Sali del pueblo con el hatico
Y como entonces la aurora venía
Yo la recibía
Cantando como un pajarito
Piedad
Alza Rosa
el cuerpo tieso, hay temblor
solamente en las manos y los ojos
vueltos hacia el techo blancos
ella sostiene en sus brazos
ese frágil e inconmensurable peso
ya falta poco
¿Apagamos la luz, mejor?
Apaga la luz Marilu
apagá la luz
que ya no puedo dormir
con tanta luz
Los borrachos
en el cementerio
juegan al mus.
Afuera hay una serenata
y todos cantan nosotras no
esperamos
recién
se hizo de noche
se viene
como un pájaro
la aurora
no nos encontrará ya
en ese sitio.
6 comentarios:
Bello y terrible poema, lo leo ahora más tranquila pero todavía me resuena tu voz de ayer cantándolo.
hermoso, Ana, verdaderamente
Hermoso y enormemente conmovedor, Ana. Nos hiciste emocionar a todos lo que estábamos escuchándote, pero especialmente a los que entendimos a qué aludían tus palabras. Y los fragmentos que cantaste fueron un regalo inesperado para nuestros oídos. Gracias una vez más, amiga!
ana: lo leo y estoy profundamente emocionado.
Y no. La luz no se apaga, aunque los ojos se pongan en blanco. La luz está aquí, en este poema.
Gracias, gracias
Mucho más emocionante y terrible sería oirlo de los labios de la autora y con otras palabras.
Un escrito puede ser conmovedor y no por eso un poema.
Por ejemplo:
Hoy
ha nacido
mi hijo
O puede ser terrible:
Hoy ha muerto
mi hijo
Ser emocionante o terrible, ingenioso o liberador de prejuicios no es la vocación de un poema. Conmover en ninguna de sus fomas debería ser la vocación de un poema.
Si es conmovedor, un verdadero poema lo es por añadidura.
Esto aqui transcripto es un despliegue vertical de palabras. Si esta escrito de este modo y lo denominan "poema" es debido a las licencias que las autoridades de principios del siglo pasado le han dado a la escritura.
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