Tal vez porque son parientes. Lejanos, si, pero parientes.
Tal vez porque de chicas jugabamos en la misma vereda sin conocernos, con una de ellas.
Tal vez porque la simpatía inicial me lleva luego a empatizar, de un modo cada vez mas hondo cuando la historia se va volviendo más compleja, más dolorosa, y a la vez más cercana.
El espesor de la experiencia, la propia y también la ajena.
Tengo que terminar y al mismo tiempo me resisto, como si el estar en este estado de obsesión me permitiera prolongar algo que -me lo digo a mi misma con franqueza- me produce un placer que no es muy fácil de explicar a quien alguna vez no lo ha sentido.
El espesor de la experiencia, la propia y también la ajena.
Es eso, sí, un placer intenso.
2 comentarios:
Hello. And Bye.
Salud!
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