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Hace unos días me mostraron esto que según parece fue repartido en las escuelas por el aniversario de la ciudad:
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Entonces recordé algo que escribí hace tiempo (precisamente acerca del elefante de la entrada anterior):
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Los humanistas del renacimiento edificaron sus palacios usando como fundamentos las pilastras de los templos antiguos que habían despojado previamente.
Cuentan la historia. Pero si se ocupan de algo, es porque lo han matado, lo han expoliado, le han quitado la vida y ahora, como a un cadáver, pueden examinarle los órganos y esforzarse en reconstruir y hacer aventuradas hípótesis sobre sus diferentes mecanismos vitales. Hacen alarde de la "continuidad", de la perduración, del legado y se enorgullecen de epopeyas dudosas, monumentos y construcciones suntuosas, para mantenerse y convencerse de que están vivos. Pero evitan cuidadosamente la mención del momento de la muerte, saltean ese minuto fatal (que puede durar varios siglos), y callan (hasta que lo olvidan) cualquier manifestación de ese proceso de necrosamiento.
Es eso lo que hace que las piedras se vuelven cada vez más negras.
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2 comentarios:
Es lo que hace que la tinta se vuelva cada vez más negra y la pluma más filosa!
Me recuerda a lo que ví en Cuzco: las catedrales edificadas sobre templos incas de piedra mucho más sólida. Se ve que es una moda muy extendida entre los conquistadores.
Unas de las cosas que aún maltratan mi espíritu, a pesar de ser yo del siglo XX y XXI, y que quizás sea yo de todos los siglos del universo y no lo sepa, es la ingusticia de toda conquista, siendo esta palabra detestable en sí misma, hoy a la luz de la razón, me pregunto quién resulta más salvaje, si los europeos del Viejo Mundo que quemaban a sus astrónomos como hechiceros y aquí despedazaban los petroglifos de observaciones astrólogicas de Incas, Mayas etc. Pero aún vuela el Cuauhtli (águila) del espíritu, y la verdad ya a la vista se mira, no conquistaron a un pueblo asesinaron a sus habitantes. Hay un aforismo que dice: Se habla siempre de Historia,y a la HISTORIA, no se la deja hablar. Por eso se debe tener más dignidad, y no entiendo a los Madrepatrieros, ya que si el mundo cambia en un parámetro de ciertas circunstancias, nos volverán a saquear. Por hambre adulan muchos, teniendo el pan debajo de sus pies. Saludos.
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