Al chofer todos le decían Gato, quién sabe por qué, y muchos de los pasajeros y las pasajeras solían conversar con él. Yo también, de vez en cuando.
Un día, hojeando al azar una antología de Ezra Pound encontré este poema. Después, con el texto original en mano, traduje:
Gato Doméstico
A mí me gusta estar entre mujeres hermosas
¿por qué siempre mentir sobre estos temas?
Repito:
a mí me gusta conversar con mujeres hermosas
aunque no digamos más que tonterías.
El ronroneo de las antenas invisibles
es a la vez excitante y delicioso.
Hishida Shunso
No siempre hablábamos tonterías.
Un día me contó esto:
De alguna manera estuve en la guerra de Malvinas, aunque no fui a las islas. Justo estaba haciendo el servicio. Me vinieron a buscar en un camión y les avisaron a los padres unos cuantos días después. Estuve en el sur, en Comodoro. Justo mi cumpleaños tocó uno de esos días. Mis viejos se fueron hasta allá en auto, y después de semejante viaje, media hora les permitieron verme, media hora. Mandaban allá, a los soldados, de a grupos, mandaban primero, como te puedo decir a la gente de menos cultura. Un día llegó un grupo de negritos del Chaco, que ni escribir sabían, a ellos los mandaron primero. No volvió ninguno.
2 comentarios:
"El ronroneo de las antenas invisibles
es a la vez excitante y delicioso."
Me gusta también conversar así, aunque me asuste a veces y salga corriendo o muerda como Lorenza cuando escucha algún ruido.
Gracias Ana por el blog, siempre encuentro acá cosas que resuenan en mí.
Un abrazo
qué bueno que sea asi...
Publicar un comentario