7 de noviembre de 2009

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Ni es el conde Ugolino
ni está en la torre
del hambre con nosotras,

ni el pronombre me
podría decirse
ni por el dolor cuando

se lleva una mano con la otra
hasta su boca
y se la muerde.



El conde Ugolino en Inferno, XXXIII, 1-78.
El verso 58, al que aquí me refiero dice  ambo le man per lo dolor mi morsi.

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