Torta de manzanas, esa que hace todo el mundo, hecha por Luisa como nunca antes había comido una TAN rica, preparada especialmente para mí que iba esa tarde a buscar material para el archivo de los trentinos, ligera, tibia, una caricia de mis parientes -primos de mi madre-, de esos que uno ve solo muy de vez en cuando, ella y su marido, juntos hace 62 años, en su casa de Villa Mitre. Ella me decía que cura a distancia, que recibió en ocasiones visitas de alguno de los muertos de familia que volvieron a darle las gracias, que tiene toda la energía positiva en su casa y que cuando esté mal o triste que la llame, y yo le dije que no hacía falta llamarla que ya me llevaba conmigo el perfume suave de esa torta de manzanas.
1 comentario:
¡Qué lindo Ana!
Publicar un comentario