Avda. Gral. Cerri 745
Cuando el frondoso árbol que la cubre no estaba ahí todavía, ese rostro femenino con trenzas, hoyuelos y ojos profundos, miraba directo a la torre con reloj de la estación Sud.
Ahora no se ve, a menos que uno se pare debajo del árbol, y saque la foto así, hacia arriba, sin distancia.
Me da, sin embargo, la impresión de que es una de las más hermosas.
Tal vez, si vuelvo en invierno, tengo más suerte.
Les dites cariatides, Agnes Varda, 1984
Y si, Leticia tiene razón, esto tal vez sea un eco lejano, remoto, a escala pueblerina de esas figuras de moda entre fines siglo XIX y principios del XX.
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