Carnaval

Para ellos, lunes y martes de Carnaval eran tan sagrados como el día de Pascua. Un día el tío se acordó de esto:

Doman l’è festa
se magna la minestra
si beve dal bocal
e viva ‘l carnaval!!!

Mañana es fiesta:
hay sopa,
y vino en el jarrón para tomar.
¡viva el carnaval!

Qué era el bocal, le pregunté:
Una especie de botellón de dos o tres litros, con la boca bien ancha, y todos chupan, todos chupan de ahí, de todo, vino blanco o vino rosado.

¿Y no tomaban cerveza?
Cerveza no, allá, en el invierno no había cerveza; había que esperar al verano para poder tomar cerveza.