A mis abuelos Miravalles casi no los recuerdo.
Mi padre repetía con frecuencia que su padre no se llamaba Marcelo sino Marcial y que el nombre se lo inventó cuando llegó a la Argentina sin documentos.
Pero mi padre, después, empezó a no recordar nada más.
De mi abuelo tengo solamente unas pocas fotos.
Hace poco encontré esta, de casualidad; y hoy Elisa, mi madre, me contó una anécdota:
Parece que un día comentaban abuelos y padres cómo había crecido la nena (o sea, yo); debe medir unos noventa centímetros, dijo mi abuelo; no, no puede ser tanto, dijo mi vieja mientras yo seguía dando vueltas por la cocina; te juego una botella de vermouth, dijo mi abuelo. Ella acepta. Y él enseguida le dice por qué está tan seguro de ganar: la mesada de la cocina la había hecho él mismo, de ochenta centímetros.
(La foto es del año 1968)
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