Se mueve el cielo, silencioso y lejano:
la tierra duerme, y no quiere despertarla;
duermen las aguas, los montes, las praderas.
Pero no, porque siente suspirar el mar,
siente gemir las cabañas negras:
ahi dentro hay un niño que no se duerme:
llora; y las estrellas pasan, lentamente.
La traducción es mía, en base a Giovanni Pascoli, Myricae, en Poesie, editado por Gianfranco Contini (ed), Milán, 1974, p 117 (LIZ)
7 comentarios:
Ah, ese niño que no se duerme a veces es Nina y a veces somos todos, ¿no? Me imaginé eso. Ana, este poema me volvió loca, cuando nos veamos me contás quién es Pascoti, y si sabés, por qué los italianos son tan increíblemente delicados. Esto termina con las lágrimas del nenito que llora como gotitas que se parecen a las estrellas allá arriba...me fascinó. Ya pasé varias veces por acá a chusmearlo. :)
Qué hermoso, Ana!!
Hola Ana, me pregunto si fuiste la profesora que tuve en Historia Argentina en el hoy ex Instituto de Periodismo de calle Martín Fierro, allá por... Eh... ¿1994?
Un saludo
Sip!!!saludos, ricardo
Ok. Pasa que me llegó una alerta de Google con un post de tu blog. Y nada, sólo curiosidad.
Que sigas bien
Gracias... yo estuve mirando tu blog, muy bueno.
Uh, no pierdas el tiempo. No vale la pena. Son tiros al aire... Un saludo
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