Aquel sol brillante
en El Cairo
aquella mañana
temprano,
aquel agobiado sol,
el que veíamos
desde la ventana del hotel,
junto a las pirámides
en la vereda de enfrente
(como si un amanecer así fuera,
- no sé en verdad cómo decirlo-,
el privilegio
de quien se asoma primero
mientras los demás duermen)
ese sol que empezaba
a ser, ya,
para él,
el último
¿es el de esta
mañana gélida
que veo ahora
a través de la ventanilla
de la 504?
¿es el que ve
esta mujer a mi lado
que va a trabajar y siente
la escarcha cada vez más blanca
el barro cada vez mas resbaladizo
o el viaje en el colectivo
cada vez más largo?
Un amanecer así es
el privilegio
de quien puede
asomarse de nuevo
2 comentarios:
io non faccio parte di questo show
mi associo per tante e tante di quelle volte!
un caro saluto!
Es verdad, cuántas veces me he encontrado pensando esto...
(Tante volte ci si trova a pensare cosí...)
Gracias.
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