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Con él tomé muchos, muchos litros de cerveza, en el patio de su casa, bajo el parral.
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A veces canturreaba esto que a mí me sonaba así:
Anche le rose bianche
al sol s’impasisce
e anche l’amor svanisce
pensando sempre a te
Tutto passa, finisce, si scorda
a questo mondo il destino é così.
Incluso las rosas blancas
al sol se marchitan,
y también el amor se desvanece
y también el amor se desvanece
de tanto pensar en vos.
Todo pasa, termina, se olvida.
Todo pasa, termina, se olvida.
En este mundo el destino es así .
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Se quedaba un rato serio, con la mirada fija en la nada, unos segundos, en seguida empezaba a reírse, con una risa in crescendo, como si le fueran levantando el volumen, hasta que terminaba doblado sobre su estómago.
1 comentario:
Feliz cumpleaños. Nunca conté cuántos hubiera cumplido mi abuela, pero creo que voy a empezar.
:)
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