23 de diciembre de 2009

Coin

Una habitación con un gran ventanal hacia la calle
Una luz difusa que atraviesa generosa las cortinas de voile.
Un escritorio y tres sillas.
Una biblioteca.
Una repisa, con varios estantes llenos de juegos infantiles.
Un enorme piano de cola, en el centro, abierto, con partituras siempre desplegadas.

Una repisa colgada en la pared opuesta a la ventana, con marco de madera labrada y pintado de dorado, cuyo vidrio protege tres estantes con estatuillas, sopramobili, y varios objetos que nunca terminé de individualizar muy bien.
La amplitud de ese espacio junto al escritorio, y su exquisita prescindencia de modas, y de  frívolos aggiornamentos superficiales.


(Pero Mónica me anuncia, con infinita pena, que la próxima vez vamos a tener que seguir hablando en otro lugar)





(la confección de una lista como esta muestra la indiscutida influencia de Eva Murari)

5 comentarios:

Eva dijo...

Me alegra muchísimo haber podido influir en una escritora tan sensible e inteligente. Espero que la mujer fuerte y capaz de moverse en medio de ese cambio permanente de la vida que es esa misma escritora influya también un poco en mí.
¡Y me encanta esta lista!
Un abrazo.

Ana Miravalles dijo...

Gracias, Eva
un beso

Marina Yuszczuk dijo...

Un día de estos voy y las influyo un poco. ¡Quiero cena!

Llegué hoy, mis amigas. :)

Natalia Martirena dijo...

que bueno tener a Eva como influencia!!!!
feliz Navidad y abrazo

Ana Miravalles dijo...

Bien, Mar, nos vemos!

@Natalia, voy a ir haciendo un cuidadoso examen de las influencias a las que una está cotidianamente expuesta...¿cuanto de mí es l@s otr@s? mmm Y si me detuviera a pensar en la influencia de Natalia, - me pregunto- esa influencia ¿se pondría en evidencia en un texto? ¿o en qué?
Gracias, por estar siempre ahi.
Te mando un fuerte abrazo y mis mejores deseos