2 de diciembre de 2009

La historia monumental

"Quien ha aprendido a recoocer el sentido de la historia, ha de fastidiarse al ver trepar a curiosos viajeros o meticulosos investigadores de detalles por las pirámides de losgrandes pasados; allí donde halla estímulos para imitar y perfeccionar no quiere encontrarse con el ocioso que, ansioso de distracción y de sensaciones anda vagando como quien se pasea por entre los tesoros artísticos acumulados en una galería. 
[...] 
Su meta es alguna felicidad, quizas no la propia, con frecuencia la de un pueblo o la de la humanidad en su conjunto: huye de la resignación y utiliza la historia como un medio contra la resignación. [...]


Si la consi deración monumental de lo pasado impera entonces sobre los otros tipos de consideración, me refiero a la anticuaria y la crítica, el mismo pasado padece daño: partes enteras de él son olvidadas, despreciadas y si­guen corriendo como un gris e ininterrumpido torren­te, y sólo algunos hechos especialmente adornados se destacan como islas; sobre los ojos de los escasos per­sonajes que en general se hacen visibles cae algo antinatural y maravilloso. La historia monumental engaña por medio de analogías, con seductoras semejanzas incita a los va­lientes a la temeridad y a los entusiastas al fanatismo; y si uno piensa esta historia en las manos y cabezas de los egoístas dotados y de los pillos fantasiosos, son destruidos imperios, asesinados príncipes, provocadas guerras y revoluciones y crece de nuevo el número de los "efectos en sí" históricos, es decir, de los efectos sin causas suficientes."

F. Nietzsche, Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida, Alción, Córdoba, 1998. Traducción: Oscar Caeiro.p 47.

No hay comentarios: