2 de diciembre de 2009

Para que la historia no se vuelva una práctica insalubre.




"Hay que tener la fuerza, y de tanto en tanto emplearla, para despedazar y disolver un pasado a fin de poder vivir.
[...]

Se requiere mucha fuerza para poder vivir y olvidar en qué medida vivir y ser injusto es la misma cosa.
[...]

Pero a veces la misma vida, que necesita olvido, reclama el pasajero aniquilamiento de ese olvido; entonces quedará claro cuán injusta es la existencia de una cosa, en qué medida esta cosa merece sucumbir. Entonces su pasado es considerado críticamente, con el cuchillo se atacan sus raíces, se avanza por encima de toda piedad."

F. Nietzsche, Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida, Alción, Córdoba, 1998. Traducción: Oscar Caeiro, p 56-57.

2 comentarios:

Karen dijo...

ahhh...el maestro Federico, siempre diluyéndolo todo con su implacable martillo, pero a la vez, recomponiéndolo todo de un modo diferente, con esa danza, ese decir sí a la vida que nos sitúa nuevamente en un anillo que nos va a liberar!
gracias Ana

Ana Miravalles dijo...

Si, si, tuvo un efecto de recomposición, casi terapéutica, la re-lectura de estos párrafos, hace unos días...