23 de agosto de 2014

Un señor obsesionado por una mancha de humedad, que me llama temprano a la mañana.
Otro que me manda un monton de fotos fotocopiadas, y me pide una y otra que le publique la historia de su familia en el blog de los trentinos con eso.
Un tercero me vuelve a escribir preguntandome por enésima vez si encontre de donde tome un dato que aparece en mi libro y del que ahora no puedo encontrar la referencia.

Una montaña de ropa que planché, una montaña de masitas (que no salieron tan dulces como deberían haber sido), una montaña de cuadraditos y centros tejidos en lanas multicolores.






No hay comentarios: