31 de agosto de 2014

Tityre tu patulae, recubans sub tegmine fagi
a la sombra el viejo descansa, esperando la hora del sueño,

no he podido olvidar el calor de ese mediodía, y la lenta conversación de las varias caminatas. Fue aquel, sin duda, su mejor momento. Lo cuento ahora y nadie me lo puede creer.

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