22 de febrero de 2015

Estuve hace un año en Arco, paradisíaca ciudad hospital , recorriendo calles llenas de árboles y palmeras, con bulevares, casinos y casas de curación y reposo algunos de principios de siglo, otros más recientes, y a pesar de la lluvia me ponderaban el clima benigno, suave para quien en caso de enfermedad tuviera que transcurrir alli un cierto tiempo.

La llame a donatella, y la encontré en Arco, justamente, convalesciente hasta hoy. Era stufa di stare lí, e aveva anche una grande paura. Se guarisco vengo in Argentina, la prossima estate, mi dice. Ti aspetto, cara, le rispondo.

El aire del mar pesaba, el viento apenas traía un poco de alivio. Congregados todos alrededor de la mesa de entrada.

Vamos a ver qué pasa el viernes, dice pedro marto, mientras volvemos a bahia en el auto. ¿Por qué el viernes? Porque Zulema me debe mil pesos, si no me paga con dinero, ya me voy a cobrar de otro modo, me dice. Pero si lo que necesitas es tu plata, con "otras cosas" no vas a poder comprar ni viajar ni nada... Yo igual voy a estar conforme... eso sí, por un largo tiempo, me dice.


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