20 de febrero de 2015

Magnífica tarde de sol en bicicleta hasta la parte más alta de la loma, y bajada sin pedalear casi un kilometro. Si hasta se veía bellisima la ciudad.


(La disyuntiva es: ¿las enterramos en un pocito junto a una planta? o las desparramamos a mano desde algun sitio alto? Ese es el tema: el que pide que lo cremen querría desvanecerse, desaparecer, pero el cuerpo, incluso en su mas ligera expresión (las cenizas, justamente) tiene una contundencia material que hay que resolver de algun modo. No se van a deshacer, van a quedar flotando un rato en el aire, y luego van a caer en el pasto, en el piso, en los charcos de agua...)





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