17 de febrero de 2015

Hoy me aburrí. Hacía mucho que no me sucedía esto, aburrimiento. Como la primera página del libro de Moravia:  l'effetto sconcertante che fa una coperta troppo
corta, ad un dormiente, in una notte d'inverno: la tira sui piedi
e ha freddo al petto, la tira sul petto e ha freddo ai piedi; e
cosí non riesce mai a prender sonno veramente.
La tarde gris. Imposibilidad de hacer lo que tal vez hubiera querido hacer, indiferencia frente a las dos o tres cosas mas o menos interesantes que sí podía hacer.
Peine y cepillo un largo rato.
Después nos pusimos a mirar en VHS unas imagenes del viaje a Egipto: horas y horas de cinta que podrían condensarse en un par de fotos. Fuimos a la plaza y como la tormenta parecía inminente pensé en cinco minutos ya volvemos, no me llevo nada, ni tejido ni lectura. Pero los minutos pasaban y la lluvia no caía, y nina seguía jugando y yo daba vueltas con los paraguas cerrados en la mano.
Las palabras de una niña y los oídos de una señora mayor me causaron un dolor profundo.
Y a la noche me puse a preparar, del puro embole, nomás, albondigas con puré.
Ahora llueve, truena relampaguea, y estoy a punto de tomarme una taza de té.

No hay comentarios: