3 de abril de 2015

Seguimos con Marc Auge
El amor posible pero no realizado comprueba su verdadera naturaleza cuando se transforma en
recuerdo -un recuerdo prácticamente desprovisto de contenido: emociones, situaciones ambiguas, roces-. El amor -a distancia, declarado, convertido en algo definitivamente imposible- se convierte en aquello que nunca ha dejado de querer ser: un puro goce de lo inactual, de aquello que en el fondo no es más que un goce del tiempo puro, un goce nacido del contraste entre el recuerdo de un amor que habría podido existir, que podría haber extraído alguna apariencia de sentido al no haberse realizado, y la constatación de su doble no actualidad presente.


No hay comentarios: