¿Quién puede llegar a entender que esto es parte de mis objetos de deseo, que tener esto ahí a pocos metros de mí me produce una increíble excitación, que esto es la materialización de uno de mis más remotos sueños?
No es la mía la suerte de quienes abonan curriculums disertando sobre lo que, en concreto, así, en la práctica, con guantes, pinceles y lupa, nunca han hecho, ni la de los historiadores de sillón de los que habla Polibio (XII, 25e).
5 comentarios:
¡Cuántas cajas de sorpresas'Comparto ese placer.
Tu suerte es mejor, es la que está tan cerca de las fuentes que puede olerlas, palparlas, sentir el tiempo que se escurre entre los dedos...
Connais-tu le petit livre d'Arlette Farge "Le goût de l'archive" ? creo que te encantaría.
No lo conozco, voy a tratar de conseguirlo. Merci
Gracias por tu visita, Lisarda.
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