23 de diciembre de 2014

Navidades felices: en un atardecer caluroso con mi papá en la vereda esperando a los invitados que van a venir a pasar esa noche a casa; un disco en el combinado en nuestra pieza y nosotras bailando; un libro de Dickens y algun pasaje del evangelio (todo junto); sidra, turrones y pan dulce con fruta abrillantada.

Noches de verano felices: sentados en un banco de plaza, mirando las estrellas, regando las plantas, soñando. La idea de dormir ahi en el patio a la intemperie nos seducía pero en seguida pensabamos en gatos murciélagos y arañas. El perfume embriagante de las plantas recien regadas a la noche. Alguna botella de cerveza,de vez en cuando.


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