6 de mayo de 2014

Conversación sobre madres:
"Comprender cosas... tal vez la tarea de los padres es esa: saber que siempre hay distancia. Nuestro amor es comprender, enviar pequeñas señales indelebles."


Hoy tuve luz en mi escritorio después de mucho tiempo. El libro de personal de talleres que apareció misteriosamente "sobre una parecita" en calle Mitre. Los que entraron en el taller en el 55. Los que quedan cesantes, los que renuncian, los que se jubilan, los que egresan por fallecimiento, los que se van por retiro voluntario  los que no se sabe nada. Y mientras tanto, el taller ya está practicamente todo demolido.

Hay flotando una nube de brutalidad en el aire de la ciudad en estos días.

En el entresueño de la siesta vespertina me pareció sentir que hace muy pocos días estuve con mi madre, con mi madre feliz, sonriente, como que recién llegaba, como que no se había ido todavía.

Fui a buscar la cámara de fotos que me había olvidado ayer en la casa de Bruna, la tía de Sandra de 95 años. Me imaginé que cuando yo muera, al llegar al cielo me van a venir a dar la bienvenida todos estos maravillosos viejos que estoy conociendo y entrevistando en este tiempo: esta Bruna, Pacella, Asperio Clementi, Di Paolo, Sansoni. (no creo en el cielo, ni en la vida en el más allá, fue olamente eso: una fantasía como si en una escena de película pudiera juntarlos  a todos ellos, así como yo los conozco, sonrientes, exuberantes, caminando ufanos y airosos). Mañana lo voy a llamar al hermano  de Bucalá, que también tiene mas de 90 años.








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