19 de mayo de 2014


I never loved a man more than you, le dice el personaje de Anthony Queen al personaje de Alan Bates, mientras bailan, y se ríen. El color del agua del mar en Grecia, las piedritas de la playa, las escolleras. No es nostalgia sino un dolor profundo, líquido y luminoso, que se revela como el recuerdo que de pronto me asalta, un recuerdo vago, impreciso que viene a encabalgarse sobre la escena de la película como si hubiera sido eso lo que viví. Y es vago e impreciso porque es varias circunstancias y personas y sentimientos a la vez, y todo eso yaciendo en lo profundo de mi memoria. Pero ellos se ríen, y yo también. Un magnífico desastre.

Un discurso que tuve que escribir esta tarde para el acto del 25 de mayo en el Conservatorio. Logógrafa: tendría que hacerme pagar. Igual me gusto lo que puse y casi ahora lamento no poder ir al acto a  leerlo yo misma.




1 comentario:

Eva dijo...

Ayer me pidieron que escribiera "algo lindo para el acto", en un lugar donde no tengo ganas de decir nada lindo. Decliné la oferta :P