La plenitud de mis días
este calor suave
disfrutando.
No tengo ganas de salir corriendo
quiero quedarme en calma, serena, con este gozo íntimo, inesperado, y -pareciera también, imposible de decir.
(Esto puse en facebook ayer:
no tengo ganas de tirarme de cabeza en una maraña de calles, déjenme
así, como una cosa apoyada en un rincón; me quedo acá, disfrutando de
este calor suave, y de la plenitud de mis días.
Yo me pregunto: ¿hay algo en este texto que haga pensar que estoy triste? Varios comentarios hay dándome ánimo, exhortándome a seguir adelante. ¿Tal vez la expresión "no tengo ganas", la mistificación del movimiento, del viaje y de la actividad casi como fines en sí mismos, las palabras "cosa apoyada en un rincón", provoquen esa impresión de desvalimiento?)
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